Desde el primer día de enero del 2015, la población sentirá un achicamiento de su muy desgastado poder adquisitivo. Desde ese día será aumentada un 2% -del 11% actual al 13%- la carga del ITBIS a varios productos de alto consumo. Algunos intermediarios del comercio, voraces como siempre, de seguro se encargarán de inflar muy por encima del 2% los precios de esos y otros productos. Para agravar las cosas, el Gobierno decidió dejar intacto en el 18% la carga de ITBIS que se aplica desde la reforma tributaria de 2012. El argumento oficial para no desmontarle un 2%, como estaba estipulado en dicha reforma, es que no se lograron las metas trazadas.

Un temor justificado es que las autoridades, que han transferido a la población parte de la caída de los precios de los hidrocarburos, mantienen estos derivados con gravámenes más altos de lo que corresponde. Tampoco han logrado que bajen los demás precios por el abaratamiento de costos provocado por las bajas de los combustibles. Además, ya ni se habla del muy traído y llevado aumento salarial, de cuya necesidad parecían muy convencidos Gobierno y empresarios privados. Y sería iluso creer que la bonanza de precios petroleros continuará indefinidamente. Ya hay quienes prevén un frenazo y hasta un repunte en alza para los primeros meses de 2015. De ahí deducimos que vamos camino al año 2015 con signos bastante preocupantes.

TRAGEDIA PARA REFLEXIONAR

La muerte de cinco jóvenes del barrio Cristo Rey en un accidente de tránsito ocurrido la madrugada del sábado en la autopista Las Américas, debe mover a reflexión a quienes acostumbran entregarse a la bebida y a tomar el volante bajo los efectos del alcohol. Es una muy dolorosa muestra la que estamos tomando para llamar a mantener una conducta responsable durante estos días de festejo y diversión. Tenemos un crespón en el ánimo de una familia, un vecindario y de toda la sociedad, por un acto de temeridad que ha costado tantas vidas jóvenes.

Llamamos a las autoridades, sobre todo a AMET, a que sean enérgicas en hacer respetar las normas del tránsito. Les instamos a que no vacilen en retener los vehículos conducidos por personas bajo los efectos del alcohol o que muestren desajustes de la conducta.