Hacia la ruina por falta de agua

Hacia la ruina por falta de agua

Los efectos de la sequía sobre la producción agrícola y ganadera de las zonas Noroeste y Suroeste deben recibir una pronta respuesta del Estado con especialización de fondos y reforzamientos de equipos para la perforación de pozos donde la capa freática lo permita y el empleo de medios de transporte para el suministro de sustitutos del forraje arrasado. La aniquilación de ganado, que ya sobrepasa las mil cabezas, golpea directamente economías regionales. En la producción basada en pequeños hatos descansa una buena proporción del consumo nacional de carne y leche.

La crisis de la ganadería menor pone en juego a la pecuaria en general atrapada en una severa disminución de rentabilidad por bajos precios locales y la competencia de importaciones. La falta de agua tendría efectos desastrosos. La pérdida de capacidad para saldar compromisos está a la vista de muchos de ellos. Quedarían forzados a renegociaciones con las fuentes de financiamiento en las que figura una banca estatal que exhibe solidez y crecimiento. El Gobierno hace frecuentes demostraciones de que puede disponer de recursos para lo imprevisto y versatilidad para acrecentar el gasto. Su sensibilidad y voluntad para lo prioritario deben redirigir asistencias eficaces hacia las urgencias del campo, que incluyen también conjurar pérdidas cuantiosas en áreas arroceras y bananeras con amenazas sobre el abastecimiento de plátanos.

Sobre sanciones y proporciones

Áreas del transporte de carga y pasajeros operan precariamente y así de precarias son las condiciones económicas de muchos ciudadanos que disponen de vehículos generalmente inapropiados o en mal estado. Reducir las infracciones de tránsito depende mucho del efecto disuasivo de las multas. A partir del nuevo salario mínimo del sector público usado para fijar sus montos, las sanciones podrían resultar desproporcionadas y ya se sabe que las autoridades disponen de pocos medios para hacerlas cumplir.

Es alto el número de conductores y choferes que eluden sin consecuencias las penalizaciones; mayor sería prontamente, si el castigo a imponerles no va acorde con las faltas ni con la capacidad de pago de la mayoría de ellos. Un motivo más para disminuir el respeto al mecanismo sancionador.

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