El pasado 24 de junio se celebró, con una solemne eucaristía presidida por monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, los 50 años de vida sacerdotal de un padre muy querido por los dominicanos: el padre Lucas Lafleur.

Al finalizar la eucaristía, el padre Lucas agradeció tanto al cardenal como a sus hermanos sacerdotes y al pueblo de Dios. Narró con la chispa que le caracteriza sus peripecias al llegar a nuestra tierra y cómo le encantó por vez primera el mangú. Dijo con una gracia: “¡Me aplatané de inmediato!” Todos aplaudimos con entusiasmo.

 Fue contando con emotivas palabras cómo fue su llamada al sacerdocio, y lo que había significado cada etapa en su vida pastoral. A continuación una breve reseña de su fructífero sacerdocio.

El padre Lafleur nació en Canadá y se ordenó sacerdote el 24 de junio de 1960.

En 1961 inició su misión sacerdotal en nuestro país, radicado en el Seminario Misionero de San José de las Matas y en 1966 fue el párroco fundador de la parroquia Corazón de Jesús, en Santiago, donde estuvo por cuatro años.

Después se trasladó a la ciudad de Nagua como responsable de la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia. En el 1973 trabajó como Superior Provincial de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC), y continuó luego su servicio pastoral como director del Instituto Nacional de Pastoral y párroco de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Los Prados, en el período 1978-1983.

En 1983 retornó a esta hermosa región como encargado  de la parroquia San Isidro, en Castillo, San Francisco de Macorís, y  también fungió como vicario episcopal de Pastoral, en la diócesis de San Francisco de Macorís, 1984-85.

Su labor misionera continúo en Santiago donde por siete años fue el responsable  de la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia.

Desde 1993 hasta 1998 estuvo como director del Instituto Nacional de Pastoral, en la Arquidiócesis de Santo Domingo.

Este incansable misionero retornó  a Santiago en 1998, donde hasta el 2004 fue el párroco de la parroquia Nuestra Señora de La Altagracia y desempeñó la labor de vicario episcopal de Pastoral de la  Diócesis de Santiago (2000-2004).

 En el 2004 regresó  a la ciudad capital, donde hasta el presente está a cargo  de la parroquia Divino Niño Jesús en Las Praderas. Desde el año 2007 también es párroco de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Los Prados.

Agradecemos inmensamente al Señor por el don que nos ha dado en el queridísimo padre Lucas, quien sabe animar con gran fervor y entusiasmo al pueblo de Dios y es testimonio constante del gran amor que nos tiene.

El próximo 20 de julio es la fiesta del Divino Niño, devoción que le acoge desde su parroquia actual, Divino Niño Jesús en Las Praderas, Santo Domingo donde se celebrará de forma especial esta importante fiesta. ¡Estamos todos invitados!

Padre Lucas, desde el fondo de nuestro corazón ¡Felicidades y bendiciones!