Hacia lo alto
Clausura del  Año Sacerdotal

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“Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo a oír su voz y se encierra en una pequeña ostia…”.  “Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor.  ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenasnacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar superegrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir a causa del pecado, ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote… Después de Dios, ¡el sacerdote lo es todo!… Él mismo sólo lo entenderá en el cielo”. Santo Cura de Ars. 

En este año en que nuestra Santa Madre Iglesia Católica ha dedicado al Sacerdocio y que el próximo sábado 29 de mayo se clausura en nuestra iglesia local, es oportuno meditar en torno a tan sagrado orden. En la pagina de aciprensa vimos la definicion: “El Orden Sacerdotal es un sacramento que, por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Su misión es dedicarse a la salvación eterna de sus hermanos los hombres. Esta ocupación es la más grande de la tierra pues los frutos de su trabajo no acaban en este mundo, sino que son eternos”. Nos detenemos en su función de reconciliar a los hombres con Dios: Sacramento de la Reconciliacion.

Y es que, gracias a éste, a través del cual sentimos su perdón, nos robustece nuestra vida interior, nos santifica y estimula nuestra voluntad a un acto de amor de arrepentimiento. Es lamentable el desconocimiento y desprecio de algunos, y aún católicos, de este sacramento. Muchos alegan diciendo: “Yo no confieso mis pecados a ningún hombre igual a mí y que puede ser igual o peor que yo.” Quienes así piensan, ignoran para su desgracia que quien perdona y actúa realmente en este sacramento es Jesucristo a través de ese sacerdote. No importa si dicho sacerdote sea santo o no, lo que importa es que por fe y por la investidura de su sacerdocio sabemos que es Jesús quien nos libera y ayuda con nuestras faltas. Finalmente, recordamos que la clausura del Año Sacerdotal se celebrará el sábado 29 de este mes, de 9:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, en el Palacio de los Deportes del Centro Olímpico (la media naranja). Presidirá la eucarística Su Eminencia Nicolás De Jesús Cardenal López Rodríguez, acompañado del representante del Papa en la República Dominicana monseñor Józef Wesolowski, de los obispos, sacerdotes y diáconos de todo el país, así como una representación de fieles de todas las diócesis. ¡¡¡Asistamos!!!

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