LEONOR MARIA ASILIS
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El pasado jueves se celebró mundialmente el Día del Medio Ambiente. La Iglesia, madre y maestra también, quiso participar en esta celebración.

En nuestro país, la Conferencia del Episcopado Dominicano celebró, a través de su Comisión Nacional para la Pastoral de Ecología y Medio Ambiente, una Eucaristía presidida por el Nuncio de Su Santidad, Su Excelencia Josef Wesolovski, y concelebrada por el presidente de la Comisión, Monseñor Fabio Mamerto Rivas, el Secretario de la Conferencia del Episcopado Dominicano, Monseñor Benito Ángeles quien tuvo a cargo la homilía (Mensaje de la Comisión), el Padre Luis Rosario, presidente de la Pastoral Juvenil, el Padre Evaristo Heres, (Catedral) y el diácono Horacio Arredondo. 

En el mensaje de la Comisión de esta importante Pastoral se recordaba el origen de la creación: la voluntad de nuestro Dios en proporcionarnos un ambiente digno y bello para vivir. Sin embargo, tristemente nos plantea la situación actual: “nos encontramos ante una creciente incertidumbre ante el irrespeto y desconsideración a nuestra casa, el ser humano está perdiendo la capacidad de mantener un equilibrio para si mismo y para preservar para el futuro de los demás.

Esto ha generado grandes cambios en las cadenas naturales que están afectando ya la calidad de vida que originalmente encontramos al nacer. La responsabilidad de estos daños recae pues sobre el hombre, que no ha sabido discernir en cómo mantener ese equilibrio. Así mismo, se hizo eco de las palabras de Su Santidad Benedicto XVI quien ha expresado lo siguiente: “Respetar el medio ambiente no quiere decir que la naturaleza material o animal sea más importante que el hombre. Quiere decir mas bien que no se la considera de manera egoísta, a plena disposición de los propios intereses, porque las generaciones futuras tienen también el derecho a obtener  beneficios de la creación, ejerciendo en ella la misma libertad responsable que reivindicamos para nosotros.”

Es una alerta hacia nuestro egoísmo, egocentrismo y consumismo los cuales nos está colocando en una situación preocupante, afectando así nuestra vida y comprometiendo la continuidad que ha tenido la naturaleza durante siglos. Por tanto, hemos de luchar contra la falta de previsión, el descontrol, la firmeza en detener a los agresores, la falta de educación y concientizacion de la población en estos temas y aportar cada uno en el lugar en que se encuentra en salvaguardar nuestros recursos naturales.

También hubo espacio en el mensaje para el reconocimiento: “Aplaudimos el deseo de las autoridades por ejecutar planes que controlen y ordenen el uso de los Recursos Naturales, así como la creación del Plan Quisqueya Verde, el cual apoyamos plenamente y el hecho de que se haya prohibido definitivamente la extracción de los materiales de nuestros maltratados ríos. Aplaudimos el esfuerzo de muchas empresas que apoyan los planes de conservación. Aplaudimos que hayan legisladores dispuestos a someter proyectos nuevos y urgentes para la conservación.

Aplaudimos que se quiera desarrollar un turismo sostenible y ecológico.  Se hizo referencia a casos específicos de maltratos a nuestro medio ambiente que por razones de espacio no podemos citar, pero que pueden leer íntegramente en la página de la Conferencia del Episcopado Dominicano. www.ced.org.do

Termino invitándolos a  ver el documental de Al Gore (impresionante!),y  a leer despacio tan excelente mensaje de nuestros obispos que nos invitan a ser proactivos en cuidar el medio ambiente, no sin antes recordar a San Francisco de Asís, patrono de esta Pastoral quien amo tanto, a la hermana Tierra que hasta los animales le reverenciaban por su respeto y veneración y a lo creado por nuestro querido Dios.