HACIA LO ALTO
Monseñor Masalles y su  nuevo reto

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El pasado 29 de junio, en la Fiesta de San Pedro y San Pablo, la Iglesia Católica Dominicana celebró con gran júbilo la ordenación de un nuevo obispo Auxiliar de Santo Domingo, monseñor Víctor Masalles.

Esta solemne ceremonia religiosa, celebrada en la Catedral de Santo Domingo,  fue presidida por  Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez y concelebrada por Monseñor Józef Wesolowski, nuncio apostólico de Su Santidad Benedicto XVI, monseñor Moya, obispo de San Francisco de Macorís,  los demás obispos de las diócesis del país, así como por unos 200  sacerdotes y diáconos de la Arquidiócesis de Santo Domingo. El pueblo de Dios se hizo presente llenando la Catedral.

Durante la ceremonia, el nuevo Obispo recibió  la  imposición de manos  del  señor cardenal  y los demás obispos presentes, así como la entrega de las insignias pontificales.

 En sus  palabras, monseñor Masalles agradeció de  forma particular al señor cardenal López Rodríguez por la confianza que ha depositado en su persona durante toda su vida sacerdotal.  También  agradeció al  nuncio apostólico por su exquisito servicio desde la Nunciatura y a monseñor Moya por su afecto paternal y apoyo constante e incondicional.

Monseñor Masalles envió un saludo afectuoso a sus hermanos obispos, sacerdotes y diáconos que se unen a su alegría, así como a todos los que se hicieron presentes en tan importante día y a todos aquellos que han sido fieles instrumentos del Señor para mostrarle el amor de Dios.

Al referirse a sus padres, dijo: “Traigo la dulce memoria de mi padre, que murió hace ya 34 años, pero cuyo recuerdo sigue aún siendo un punto de referencia claro a seguir en mi vida. A mi madre, que haciendo de padre y de madre, me ha acompañado y apoyado durante todo mi proceso vocacional”.

Agregó que: “Ella está aquí presente en la celebración a pesar de que hace apenas un mes y medio tuvo una fractura de fémur. Está aquí, pues, a pesar de esto, porque no ha querido perderse este acontecimiento”.

Agradeció a todos los sacerdotes que lo educaron, a los feligreses de la Parroquia de Santa Clara de Capotillo (primera en su vida sacerdotal)y a los de su actual Parroquia San José de Calasanz, al personal del Arzobispado y a dos realidades eclesiales que lo han ayudado como hombre de Iglesia: la Comunidad de Siervos de Cristo Vivo y al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Dio a conocer el lema escogido para su Episcopado: “Proclama la Palabra” ya que  para él, evangelizar, predicar y anunciar la Palabra ha sido y es una de sus grandes pasiones en su vida y es una tarea que disfruta plenamente.

Finalmente, pidió que todos cuenten con él como un hermano cercano y citó las bellas palabras de San Agustín que dicen: “Para ustedes soy obispo, con ustedes soy cristiano. El primero es el título de la carga que he aceptado, el segundo el de la Gracia que he recibido: uno evoca la responsabilidad, pero el otro expresa la Gracia y la felicidad de ser el hermano y amigo de ustedes en el Señor”.

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