HACIA LO ALTO
¡No matarás! ley divina a cumplir

<STRONG>HACIA LO ALTO<BR></STRONG>¡No matarás! ley divina a cumplir

Estamos aún en Cuaresma. Tiempo especialmente propicio para  meditar en torno a la misión de nuestras vidas. Misión que ha sido iluminada plenamente en Jesucristo, nuestro Salvador, quien es Camino, Verdad y Vida.

Cuaresma que nos recuerda los 40 días que estuvo en el desierto. Tiempo en que estuvo en soledad y oración para solidificar su espíritu y así  afrontar la mayor prueba de su vida y de la vida de la humanidad.

En este tiempo fue tentado de múltiples formas. Sin embargo, no cedió. Se mantuvo firme hasta el fin.

Hoy, también a nosotros se nos presenta una gran prueba. Decidir si estamos a favor de la vida o de la muerte. Una vez más se debatirá si se despenalizará el aborto. Deberemos fijar nuestra posición.

Nuestro pueblo nació desde la Fe del Dios inmortal que da la vida, y defiende la vida. Nuestra Constitución en el artículo 8 reconoce la finalidad principal del Estado, que es la  proteger efectivamente los derechos de la persona humana.

En un nuevo intento de resquebrajar la pureza en que nuestros valores se cimentan sobre el escudo dominicano, sentimos el llamado a recordar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Despenalizar el aborto es abrirle las puertas a la más vil injusticia que la humanidad, en diferentes latitudes, evidencia. La triste realidad del peor crimen que pueda existir: el aborto. Matar, quitar la vida al ser humano más indefenso que, ni siquiera puede imaginar, que aquella que ha servido de instrumento divino para engendrarlo  sea la que pretenda ultimarle. No, no son válidas las razones que se apelan.

Ni siquiera cuando hay riesgo para su madre. Hay un mandamiento divino que dicta: No matarás.

¿Quiénes somos nosotros para contradecir el designio divino?

Reconocemos que en situaciones difíciles y complejas, no es fácil optar por el camino más doloroso: renunciar a la vida. Sin embargo, con Jesús, todo es posible. Peor es morir en vida, con el recuerdo de aquella criatura que aquella madre  impidió nacer. Sabemos que la vida no siempre es fácil. Reconocemos que también se dan situaciones en que el médico puede saber con antelación si la criatura habrá de venir con malformaciones, y nos podríamos preguntar sí es conveniente colaborar para que venga a la vida. Y la respuesta es sí. Es preciso darle la oportunidad al neonato a tener la experiencia única e irrepetible de vivir en un mundo que le necesita. Nuestro mundo no sólo necesita de personas capacitadas y poderosas. Nuestro mundo necesita también de personitas débiles a quienes proteger pero sobretodo amar.

Por tanto, no nos corresponde designar quién ha de nacer y quién no. Otro argumento tratado para despenalizar el aborto en República Dominicana es la violación de la mujer. En este punto, tampoco es lícito abortar. El hecho de que la mujer no haya querido ese niño o esa niña no le da el derecho de matarla. Una opción es darla en adopción.

El aborto es la forma más brutal de maltratar a los niños.

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