HACIA LO ALTO
San José, custodio nuestro

<STRONG>HACIA LO ALTO<BR></STRONG>San José, custodio nuestro

Las razones? Luego de la Virgen María, fue la persona más cercana a  Jesús. Dios debe amarle muchísimo pues a él le confió la misión de ser padre y custodio de Jesús.

Fue el Papa Pío IX quien en 1870  lo  proclama como Patrono de la Iglesia Universal.

San José es venerado además como el Patrono de: los padres de familia, las mujeres en estado de buena esperanza, los niños no nacidos, las familias, los trabajadores, los obreros, los artesanos , los carpinteros, los ingenieros, las personas vacilantes, la justicia social, los emigrantes, los moribundos, los viajeros y  la buena muerte.

Una de las más fieles promotoras de su maravillosa intercesión lo fue Santa Teresa de Jesús. “No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo…No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a Él se encomiendan… Sólo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devoción…” -Santa Teresa.

También San Alfonso María de Ligorio nos hace reflexionar: “¿Cuánto no es también de creer aumentase la santidad de José el trato familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?” José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos.

El mejor modo de devoción es la imitación de sus virtudes. San José no juzga, tiene una fe inquebrantable, es  obediente y plenamente disponible para Dios.

Indiscutiblemente, San José durante toda su vida se vio enfrentado a situaciones que lo desbordaban, incomprensibles humanamente; las acepta humilde y reverente.

Si bien no comprende todo lo que está pasando, San José no hace juicios temerarios ni reproches; simplemente confía,  pues sabe en quien ha puesto su confianza.

Ante el llamado de Dios, José actúa con prontitud. Todos los proyectos que tiene en su vida, ceden ante la misión a la que Dios lo invita. José acoge con alegría los planes del Señor.

Cuanto debemos aprender de él. Pidámosle que camine junto a nosotros y acudamos a la solemne eucaristía que será celebrada en su honor, el día de su fiesta, 19 de marzo a las 5:00 de la tarde, en la Catedral de Santo Domingo, la cual será presidida por el Nuncio de Su Santidad Benedicto XVI, Monseñor Josef Wesolowski.

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