El andamiaje para un futuro enfrentamiento de los dos pueblos de la isla La Española que ya se está preparando lenta e indetenible con el aumento del hambre en Haití y la prosperidad de los dominicanos que sigue creciendo.
Ya la dependencia de los isleños occidentales es cada vez mas notable de cómo avanza la parte oriental de la isla que celebró hace dos semanas el 181 aniversario de la separación.
Que se sepa, las peligrosas bandas armadas que azotan al vecino estado han respetado el cruce de la frontera, mientras en el territorio occidental arrasan con lo poco de civilización que pudiera exhibir el malogrado pueblo haitiano. Son bandas que poseen un poder de fuego con armas ligeras modernas que en cierto modo compiten con el armamento de las fuerzas armadas dominicanas preparadas para repeler cualquier desvío de las intenciones de las fuerzas irregulares de Haití hacia nuestro país.
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Si la fuerza de emergencia que ocupa a Haití para supuestamente llevar orden a la malograda población todavía no ha dado muestras de efectividad ya que por la cantidad presente no es mucho lo que pueden hacer donde la rebeldía y el hambre obligan a los haitianos a buscársela de cualquier modo y las escasas tropas interventoras no representan una disuasión muy eficaz en que los grupos armados tienen el control de la región de Puerto Príncipe, pero se sienten los ramalazos en otras regiones ubicadas en el macizo central en el área de influencia de la capital.
El territorio haitiano parece una muela acostada donde su raíz conforma las dos puertas, mientras el macizo central de Puerto Príncipe y Gonaives, por donde se llega a la desembocadura del río Artibonito y la influencia de la presa de Peligro, todavía está en calma tal como ocurre con la zona del norte con Cabo Haitiano hasta la mole de San Nicolás.
En el sur en la otra raíz de la muela está Jacmel, que con la Isla de la Vaca, guarda un recuerdo para los venezolanos y que los haitianos prestaron una invaluable ayuda a los venezolanos cuando en su guerra de independencia los haitianos aportaron armas y mantenimiento a la gente sudamericana para contribuir a la independencia de Venezuela y pusieron como única condición de esa ayuda a Simón Bolívar era donde llegaran las tropas del libertador decretara de inmediato la abolición de la esclavitud lo cual el Libertador lo cumplió.
Y casi 200 años después la historia se ha revertido cuando el pueblo haitiano, el más pobre de América, en un territorio desolado por la quema indiscriminada de los bosques y toda clase de vegetación, solo proporciona escasos alimentos donde el río Artibonito y los demás cursos de agua, que los hay, son aprovechados pésimamente por la irracionalidad de su causa y la miseria e ignorancia de un pueblo que pudo haber sostenido otro tipo de compenetración con los dominicanos.
En el siglo XIX los haitianos avasallaron a los futuros dominicanos con su ocupación de 22 años y que los dominicanos alentados por las prédicas de Juan Pablo Duarte sembraron la semilla de la liberación. Desde entonces hemos vivido con la angustia muy tenue de que desde occidente nos invadirían en otro intento de arrollar con nuestra libertad donde el desarrollo dominicano sostiene la vida de una buena parte del pueblo haitiano