Hacia un mundo multipolar

Hacia un mundo multipolar

Indudablemente que el acontecimiento más importante acaecido desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy lo encontramos en el surgimiento explosivo de la economía china en los últimos 30 años, o sea, el período que abarca del 1980 al 2009. Los chinos han logrado, en sólo tres décadas, lo que a grandes naciones le llevó casi un siglo. Crecieron durante ese período a una tasa compuesta de 10% anual y sacaron cerca 500 millones de chinos de la pobreza. Ahora, lo más asombroso lo tenemos en estos resultados de la última década:

Triplicaron su PBI.

Quintuplicaron sus exportaciones.

Hace 10 años se vendían 600,000 vehículos al año, para el presente 2009 la cifra asciende a 15 millones.

Hace 10 años apenas se usaba el internet, actualmente hay 340 millones de cuentas de internet.

Aumentaron sus reservas (70% en dólares) de 167 billones de dólares en el año 2000 a cerca de 2.3 trillones de dólares en el 2009: lo que representa un aumento de más de 1,000% en esos diez años. Esta cifra representa el 30% de las reservas totales del mundo.

Una parte muy importante de este espectacular crecimiento se debe a una relación simbiótica que existe entre la economía china y la norteamericana. ¿Cómo ocurre esta relación? Los chinos (de por sí muy frugales) bajaron la proporción del consumo personal como parte de del PBI de 50% a apenas 35% en la presente década y aumentaron su inversión fija a la impresionante suma de casi 40% de su PBI.

Los norteamericanos, por su parte, extremaron el consumo (éste llegó a algo más de 70% del PBI norteamericano). Este comportamiento se  sustentó en estos dos aspectos:

1. El aumento explosivo pero ilusorio (burbujas) de precio de sus viviendas y activos.

2. Préstamos sobreabundantes a interés mínimo. El resultado consistió en un aumento exponencial de las importaciones norteamericanas a China. Este aumento fue cubierto, en gran medida, por la inversión de los chinos en bonos del gobierno norteamericano. Este panorama se ha agravado por la subvaluación de más de 20% de la moneda china (el yuan) la cual está ligada al dólar.       

Esta situación ha contribuido a crear un enorme y peligroso desbalance en el sistema financiero internacional; agravado, además, por la crisis financiera que erosionó, dramáticamente, la propensión del consumidor norteamericano de gastar.

Un desbalance de esta magnitud no es sostenible a mediano y largo plazo. Requiere de medidas drásticas que elimine la subvaluación del yuan y que aumente, dramáticamente, el consumo de China y, en menor grado, del resto de Asia; y al mismo tiempo (lo que no será tarea fácil en la situación económica actual) que aumente el ahorro de los norteamericanos y disminuyan los déficits fiscales. La solución paulatina de este desbalance, por sus potenciales efectos, es el mayor desafío financiero mundial.

Los dominicanos, como los distintos ciudadanos del mundo, están compelidos, no importa la posición que ocupe en la vida social, a comprender, a fondo, que estamos pasando de un mundo unipolar de carácter financiero a uno multipolar en el que la China Popular y el resto de Asia jugarán un rol cada día mayor.       

Publicaciones Relacionadas