Hacia un país de lectores

Hacia un país de lectores

LUIS GONZÁLEZ
En el año 1822, el cuarto presidente de los Estados Unidos, dijo: «Un gobierno popular es un pueblo sin información, o sin los medios para adquirirla, no es sino el prólogo de una farsa o una tragedia o, tal vez, de ambas. El conocimiento gobernará siempre sobre la ignorancia, y un pueblo que quiere gobernarse a sí mismo debe armarse con el poder que el conocimiento confiere».

Con esa expresión James Madison, en el siglo XIX, interpretó lo que tres siglos antes había dicho Santa Teresa de Jesús: «Lee y conducirás, no leas y serás conducido».

El presidente Leonel Fernández, como sabe que conocimiento es poder y que éste se adquiere a través de la lectura, promulgó el decreto 619-06, mediante el cual declaró el 2007 como el «Año del Libro y la Lectura». ¿Para qué la declaración? Se habrán preguntado muchos, no sin razón, pues de nada vale una declaración sin un plan de acción. La respuesta la da el Presidente en el decreto 620-06, con el que crea e integra la Comisión Nacional para el Fomento del Libro y la Lectura.

El secretario de Estado de Cultura, la Primera Dama de la República, la secretaria de Estado de Educación, la secretaria de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología y el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, entre otros, conforman dicha comisión. ¿Otra comisión? No, no es lo que usted piensa, ésta no es una de esas tantas comisiones inoperantes, ésta es la comisión que ya le presentó al país el Plan Quinquenal del Libro y la Lectura.

Un plan que tiene como lema: ¡Hacia un país de lectores! Por tanto, hacia una nación que se encamina a la libertad, que sólo la lectura y el conocimiento pueden proporcionar. Un plan que comienza ya, ahora mismo, en esta segunda mitad del año 2007 y que culminará en el 2012. Cinco años de promoción y de apoyo a la lectura, para fomentar el interés por los libros.

Cinco años para colocar al libro en el centro de la vida de todos, de manera que sea fuente de desarrollo individual y con ello de desarrollo colectivo. Cinco años para encender la luz que ilumine el oscuro túnel de la ignorancia y encamine a cada dominicano hacia el claro jardín del conocimiento.

Cinco años para poner alas a cada dominicano, para que vuele hacia un universo de posibilidades. Cinco años para crear el hábito de lectura, de manera que no será extraño ver a un dominicano leyendo en el autobús, en el Metro, en el parque.

Dominicanos, esta es una responsabilidad de todos, apoyemos este plan, no es un proyecto de gobierno, es un proyecto de Estado.

Pocos gobernantes toman una iniciativa encaminada a despojar de la venda a su pueblo, armándolo con el poder que el conocimiento confiere. Aprovechemos la generosidad insólita del Presidente.

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