En los últimos cinco años más del 98% de los desembolsos externos han tenido como fuente de financiamiento a organismos internacionales que tienen una especie de subsidio a la tasa de interés y largos plazos, lo que ha bajado el nivel de la deuda del país.
La información la ofreció Edgar Victoria, director de Crédito del Ministerio de Hacienda, quien explicó que esos préstamos, denominados concesionales, han sido otorgados, principalmente, por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y Acuerdo de Petrocaribe.
En 2004, precisó, el 70% de la deuda externa era concesional, y en 2010 fue más de un 78 por ciento.
Con relación a la deuda externa no concesional y su evolución de 2004 a 2010, la procedente del mercado de bonos pasó de 62% a 85.5%, de la banca comercial de 17% a 14%, y con los suplidores de 20.6% a 0.3%.
Victoria precisó en el período 2004-2010 la deuda externa de la República Dominicana bajó de 24.4% a 19.3% con relación al Producto Interno Bruto (PIB).
Y la deuda del sector público no financiero con el sector privado, en el mismo período, pasó de 29.1% a 24.3% sobre el PIB.
De acuerdo con esas cifras, el monto de la deuda no pasó del 20% entre el 2005 y 2008, pero aumentó en 2009 y 2010 a 23% y 24%, respectivamente.
Sobre el impacto del endeudamiento con respecto a las reservas internacionales del Banco Central, explicó que en 2006 representaba un 62.7%, y en 2010 un 32 por ciento.
Por eso es que el impacto del servicio de la deuda externa ha ido cayendo en el tiempo, destacó.
Los montos absolutos. Según Victoria la deuda consolidada asciende a US$11,058 millones, distribuidos en los US$9,940 millones de la deuda externa del Gobierno central, US$6.0 millones de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) con suplidores, desde 1983 y que hasta después de 1990 no han sido reclamados, y US$1,111 millones de la deuda externa del Banco Central, correspondiente a bonos que se emitieron en 1990.
Sobre la deuda interna refirió que asciende a US$8,465 millones, de los que US$2,400 millones son de bonos del mercado local y deudas con el Banco de Reservas; US$ 2,600 del Gobierno central y empresas públicas, y el resto, casi US$5,000 millones, es del Banco Central, y comprende los compromisos contraidos para el salvamento de la banca en 2003.
¿Más deudas?
Cuestionado sobre el nivel de endeudamiento del país y los topes que deberían imponerse, el ministro de Hacienda explicó que los financiamientos son relativos a los ingresos potenciales que tienen los gobiernos.
Daniel Toribio explicó, como segundo punto importante de una política de endeudamiento, que ese tiene que repagarse en el futuro para que más de una generación se reparta el pago de los empréstitos.
En ese sentido, puso como ejemplo que un préstamo para la construcción de una hidroeléctrica debe contratarse a largo plazo porque el beneficio será para más de una generación.
Lo importante es saber a qué tasa de interés y a qué se va a dedicar el préstamo. Si esas cosas las tomamos en cuenta veremos si en el futuro las nuevas generaciones podrán pagarlo; ahí es donde deberíamos centrarnos.