¿Haddad al Gobierno, Lula al Poder?

¿Haddad al Gobierno, Lula al Poder?

La historia se repite, como tragedia y como comedia. En 1979 visitamos Ecuador en labores profesionales privadas encontrando a Guayaquil embadurnado con infinitos letreros: “Roldós Presidente, Assad al Poder”. Mencionaban a Jaime Roldós, electo presidente al finalizar la última dictadura militar, y al populista, inmortalizado como mejor alcalde guayaquileño, Assad Bucaram. Martha, su sobrina, era esposa de Roldós. Assad no pudo postularse a la Presidencia. Sus rivales difundieron un acta de nacimiento supuestamente suya, expedida en el Líbano. Siendo hijo de extranjeros, también le crearon impedimento constitucional. Assad apoyó electoralmente a su sobrino político, esperando ser titiritero y Roldós títere. Contrariamente, Roldós gobernó con plena independencia hasta morir en trágico accidente de aviación, nunca esclarecido.
Perón, desde su exilio en Madrid de 18 años, ordenó que su Partido Justicialista dictaminara: “Cámpora al Gobierno, Perón al Poder” y, finalizando la penúltima dictadura militar argentina, Héctor Cámpora ganó las elecciones. Obedeciendo al caudillo renunció como Presidente después de ejercer sólo 49 días. Convocó nuevos sufragios triunfando la fórmula Perón-Perón: Juan Domingo Presidente y Vicepresidente su segunda esposa, Isabelita, quien no era ni caricatura de la inmortal Evita. Las consecuencias fueron apocalípticas: el peronismo se dividió en facciones diametralmente opuestas: Montoneros, guerrilleros de extrema izquierda y AAA, grupo paramilitar de extrema derecha. Muerto Perón, Isabelita malgobernó dominada por el brujo ultra derechista López Rega. Los militares argumentaron, draconianamente, que debían “restaurar el orden”. Derrocaron a Isabelita, instaurando otra sangrienta dictadura, de 21 años.
Lula, en Brasil, no pudiendo postularse por estar condenado en Segunda Instancia nombró, omnipotente, a Fernando Haddad, candidato del Partido del Trabajo, PT. Pasado mañana 147 millones empadronados votarán en la primera ronda, difundiéndose subliminalmente la voluntad omnímoda de Lula, remedo de Perón: “Haddad Presidente, Lula al Poder”. Compiten trece candidatos sin carisma. Haddad ocupa segundo lugar en encuestas, encabezadas por el muy rechazado Jair Bolsonaro, político de extracción militar. Nació manchado, dándose a conocer en los 80 formando un grupo que ponía bombas en cuarteles, reclamando aumentos salariales para los soldados. Saltó a la política siendo diputado desde 1990, militante tránsfuga de nueve partidos…
Bolsonaro perderá por tener boca sin filtro. En el “impeachment” defenestrador de Dilma dedicó su voto “a la memoria del Coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el pavor de Dilma Rousseff”. Brilhante fue el Johnny Abbes Brasileño, asesino y torturador de cientos. Debatiendo una ley contra la violación sexual insultó a la diputada del PT, María del Rosario: “Ella no merece… porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría”. Predica: “Estoy a favor de la tortura y tú sabes que lo estoy”. “El error de la dictadura fue torturar y no matar”. “No es una cuestión de colocar mujeres porque sí”… “Si colocan mujeres porque sí, voy a tener que contratar negros también”. “Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. Prefiero que un hijo muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí”. “Mis hijos nunca tendrán una novia negra porque han sido bien educados”.
Bolsonaro auto-proclamado “católico fervoroso”, dice defender la familia. Se ha casado tres veces. Los cristianos evangélicos apoyan su retórica contra homosexuales, y el matrimonio entre ellos. La cruzada feminista “Él-NO” lo rechaza por misógino; muchos otros por militarista fascista. Compitiendo candidatos malos, no triunfará el pésimo Bolsonaro, versión brasileña del presidente filipino Duterte.
Fernando Haddad fue ministro de Educación y siendo gobernador de Sao Paulo fue acusado recientemente por corrupción, todavía sin pruebas. Podría triunfar en segunda vuelta, igual que Lula y Dilma. Votantes duros del PT, similares al PLD están inmunizados y no rechazan la corrupción. A pesar del escandaloso “Menselao” del primer período, Lula fue reelecto. Percatado del Lava Jato y otros escándalos, el PT eligió dos veces a Dilma, y ahora votará por Haddad.
Frei Betto le renunció a Lula pero apoyó reelegirlo esperando que adoptaría “otra gramática del poder… sin prestarse al juego rastrero de las transacciones fraudulentas y el favoritismo”. Rivales de Haddad le recriminan que indultará a Lula, quien espera ser descargado, rechazando ser indultado como Fujimori. ¡Si Haddad fuera Presidente, Lula, cófrade de Danilo engendrando Punta Catalina sería, desafortunadamente, el Poder! Como Frei Betto, esperaríamos que Lula, como potencial poder detrás del trono, arrepentido, no reincida gestando nuevas Punta Catalina.

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