¡Hagamos del 2005 un buen año!

¡Hagamos del 2005 un buen año!

FIDELIO DESPRADEL
Un virus no detectado, inutilizó mi computadora por dos semanas, impidiéndome escribir el artículo de cada jueves. ¡Aquí estoy de nuevo! Pasado mañana empieza el nuevo año. ¿Qué nos espera a los dominicanos y dominicanas? El paso más trascendental seria que pudiéramos empezar a trillar los caminos que conducen a la construcción de una Alternativa Política, distinta y opuesta a la que nos han impuesto el poder extranjero, los sectores hegemónicos de las clases dominantes y las cúpulas de los tres partidos que monopolizan la vida política del país.

Eso de «empezar a trillar los caminos» merece una explicación: A pesar de que cuarenta años son muchos años, y que cuatro largas e intensas décadas deberían ser suficientes para aprender, aunque sea con nuestros propios tropezones, los problemas relacionados a la «Construcción de Alternativas», es claro que la vida nos enseña que la cultura prevaleciente nos viene conduciendo, una y otra vez, a cometer los mismos errores fundamentales que han impedido que podamos avanzar por este anhelado camino.

Nuestra tendencia es «poner la carreta delante de los bueyes», y entonces, intentar que nuestro nuevo experimento empiece a andar, como el famoso señor Lázaro. Desde que nos juntamos cinco o seis «bien intencionados», y sumamos dos o trescientos años de experiencias y sacrificios, inmediatamente queremos encaquetarnos un nuevo nombre, unas siglas, unas cuantas asambleas, y ¡Ya!, por arte de magia, esa mezcla debería parir «una alternativa».

Y si combinamos esos loables esfuerzos, con una similitud forzada con alguno de los procesos que han tenido éxito en otras latitudes, entonces, para quienes así actuamos, estamos inaugurando un nuevo despertar para el movimiento. Esa similitud forzada puede apuntar hacía la exitosa experiencia venezolana, o un poco más al sur, hacia Uruguay, Argentina o Bolivia. La cuestión es «copiar», que es el camino ideal para evitar tenerse que fajar con la construcción de los instrumentos, las palancas y las vías para que el loable y encomiable esfuerzo de tantos buenos dominicanos y dominicanas, permitan que podamos, por primera vez desde 1965, empezar a trillar los caminos que nos conduzcan a que el pueblo vuelva a encontrarse con el pueblo, y con su esfuerzo propio, forjar caminos superadores.

Por desgracia, las cosas son «un poco» mas compleja. Y entonces, «forjar una Alternativa Política» se ha venido convirtiendo, casi, en «misión imposible». Pero los verdaderos revolucionarios insistimos e insistimos, y de seguro, que, bien temprano, lograremos abrir los trillos.

¡Eso es lo que deberíamos esperar conseguir en este nuevo año del 2005! O sea, mientras los dueños del país se sirven con la cuchara grande, y auguran poder alcanzar el bendito «equilibrio macroeconómico», siempre arrancándole las costillas a las grandes masas del pueblo, nosotros podríamos ir construyendo las herramientas y las palancas para poder ir abriendo esos nuevos trillos.

¡El momento es propicio!: Los pueblos de Bolivia, Ecuador, Argentina y otros logran significativos avances en su movilización, y principalmente, en su nivel de conciencia; el gobierno progresista de Lula es urgido, desde la izquierda, a alejarse de los caminos dictados por el gran capital financiero y agroexportador; en Uruguay, la izquierda recién inicia su primera experiencia de gobierno; y Chávez urge a los gobiernos y pueblos del sur a avanzar en su unidad continental y en su programa desarrollista, con participación popular.

La cuestión para nosotros y nosotras, es evitar empezar poniendo los bueyes delante de la carreta. Vamos a forjar herramientas donde, a partir del análisis de la coyuntura y la acción ante cada realidad particular, podamos acercarnos, converger, sumar fuerzas, hacer fuerte cada movimiento local, forjar corrientes sociales, elevar los niveles de análisis y de participación en el debate político. Vamos a apoyar todo lo progresivo, donde quiera que esto se manifieste. Pero, no pongamos los bueyes primero. ¡Nada de encaquetarle al país un Frente o una Convergencia! ¡Nada de sumar cuatrocientos o quinientos años de experiencias y luchas, en la persona de unos cuantos «dirigentes», para entonces empezar a competir con miras a las próximas elecciones.

¡Herramientas! ¡Palancas! ¡Trillos! Que nos permitan actuar juntos. Que nos obliguen a participar en la vida diaria, con posiciones que vayan ganando el respeto de todo lo progresivo que existe en el país. Que nos obliguen a elevar el nivel de los debates con los enemigos. ¿No se acuerdan que hubieron unos años en donde desde el litoral de izquierda era desde donde se dictaban los niveles de los debates, de las denuncias, de los análisis? ¿No se acuerdan que en aquellos años, hasta los periodistas que estaban con un pie con el pueblo y otro con los enemigos del pueblo, no se atrevían a dejar de reconocer nuestra superioridad moral y política?

Se necesitan nuevas herramientas para estas grandes tareas. ¡Nada de poner los bueyes por delante, o el techo antes de vaciar la zapata!

¡Eso es lo que quiero para el nuevo año de 2005!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas