Hagamos dueto con Haití

Hagamos dueto con Haití

Entre la República Dominicana y Haití hay intereses comunes que deben ser manejados a dúo. Para los dominicanos, la cooperación con Haití en asuntos como educación y salud debe ser una prioridad ineludible.

Preferentemente, debemos optar por hacer planes comunes con las autoridades haitianas para ayudar a solucionar problemas de insalubridad y analfabetismo  en su propio territorio.

Una buena razón para proceder con este criterio es que disminuiríamos en el lugar de origen la proporción de los problemas sanitarios y de analfabetismo que, a fin de cuentas, vienen a parar a nuestro territorio por medio de  la inmigración furtiva.

De manera conjunta o como iniciativa nuestra para ser propuesta a las autoridades haitianas, deberíamos elaborar un plan maestro de cooperación a ser desarrollado de manera conjunta en territorio haitiano.

La prevención de enfermedades y la alfabetización deberían estar en primer orden en una propuesta de esa naturaleza, pues las enfermedades y el analfabetismo son dos de los males más recurrentes entre los inmigrantes haitianos.

El hecho de compartir una misma isla obliga a dominicanos y haitianos a manejar situaciones que deben ser enfrentadas de modo común.

La frontera es un vaso comunicante que permite el flujo de todo hacia un lado y otro. Por razones socio económicas, hacia territorio dominicano fluyen mayoritariamente, ya como causa, ya como efecto, la mayoría de los  problemas existenciales que afectan a nuestros vecinos en su territorio.

Es necesario que tomemos iniciativas para el diagnóstico y propuesta de soluciones de estos problemas, y que las expongamos ante las autoridades haitianas con propósito vinculante.

Salud y educación son dos materias prioritarias de una larga lista de asuntos que conciernen a nuestros dos pueblos.

Es absolutamente necesario que hagamos dueto con Haití.

Presupuesto Participativo

La ley 170-07, de Presupuesto Participativo Municipal, es uno de los instrumentos más útiles concebido para garantizar que las comunidades puedan decidir en la manera de invertir los dineros que manejan los ayuntamientos.

Se trata de una modalidad en uso en diversas partes del mundo, particularmente en Europa, que se está propagando por Occidente de manera exitosa.

Su carácter vinculante permite que las comunidades identifiquen sus necesidades en materia de obras  y que se consignen en los presupuestos de los ayuntamientos obedeciendo a un criterio de prioridades.

Adicionalmente, la ley confiere a las organizaciones comunitarias una función de inspectoría sobre la calidad de las obras incluidas en los presupuestos.

En momentos en que los presupuestos de los ayuntamientos y juntas municipales son una especie de botín en disputa, el espíritu de la ley 170-07 viene a ser un instrumento que contribuye a la transparencia y al buen uso de los recursos municipales.

Desde que está en práctica esta modalidad de administración financiera en los municipios, se ha multiplicado el número de obras prioritarias ejecutadas con aprobación y supervisión de las comunidades y ha mejorado la transparencia en el manejo de los presupuestos.

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