Las conmemoraciones de la Semana Santa, de unos fines esencialmente piadosos, por las que se convoca al ciudadano común a meditar sobre cristianos mensajes de paz, amor y sacrificio, dejan al mismo tiempo a los conglomerados en posición de dedicarse al descanso y a la diversión, a la que en todo caso debe acudirse con apego a comportamientos de convivencia en prevención de daños propios y mucho más ajenos. Procede el esparcimiento responsable sin echar de lado en ningún momento que se es parte de un tejido social en el que las individualidades, aun con sus derechos, deben observar conductas respetuosas del prójimo.
Sin apartarse del norte y límites que la religión y doctrinas de solidaridad humanística trazan. Que tengan espacio las reflexiones con propósitos de bien común en esta Semana Mayor, antecedida por significativos debates sobre las instituciones y la política, de preocupación por sentir que el país marcha por un rumbo que en todos los órdenes conduce al triunfo de la razón y la justicia, de respeto a la pluralidad y búsqueda de consenso. Hágase la voluntad del Señor sin que el libre albedrío de los mortales sea licencia para llevar los disensos al extremo. Poner atención a muchas voces altamente calificadas que claman por la permanencia de la Constitución, base del ordenamiento jurídico que debe estar preservado de atropellantes reformas por intereses coyunturales.
Éxito y solicitud de una alcaldesa
Rosa Peña (PLD), la máxima autoridad municipal de Yaguate, San Cristóbal, exhibe orgullosa su fiel cumplimiento del presupuesto participativo como norma para que sea la comunidad la que disponga obras. Asfalta calles, repara aceras y contenes, patrocina una biblioteca y ha recibido apoyo del Gobierno Central involucrando con éxito a personalidades y entidades de la vida civil en la búsqueda de soluciones a problemas.
Sus compromisos con el progreso y bienestar de la colectividad la llevan a gestionar ante el Gobierno que Yaguate sea dotado de un hospital porque el que existe no cubre la demanda de los moradores. Aspira a que su población de más de 53 mil habitantes cuente con drenaje sanitario y un acueducto suficiente para la cantidad de hogares comprendidos en su jurisdicción.