Revuelo ha causado un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas, sobre la crisis interna y de violencia que vive Haití y que demuestra los niveles de corrupción que permea al más alto nivel de la política en el vecino país.
El documento, elaborado por el Grupo de Expertos del Consejo de Seguridad de la ONU, describe la incidencia de las bandas en sectores relevantes como la política, ligando incluso, al expresidente Michel Martelly, con el financiamiento de grupos criminales.
La nota señala que el narcotráfico, la violencia, las drogas y los vínculos de los líderes del crimen con políticos, se han convertido en el cóctel perfecto, para la agudización de la crisis que vive la nación caribeña.
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Bandas financiadas por políticos e incremento de la violencia
El Grupo de Expertos encontró la supuesta vinculación de líderes políticos, como el expresidente Michel Martelly, así como los exlegisladores Youri Latortue y Prophane Victor, quienes, según las investigaciones de la comisión, financian a las bandas a cambio de votos durante las campañas o incluso, para proteger sus bienes.
La agencia EFE reseña un fragmento del documento, en el que se indica que Martelly “utilizó a las bandas para extender su influencia en los barrios, con el fin de hacer avanzar su agenda política, contribuyendo así a un legado de inseguridad cuyos efectos aún se dejan sentir», señala el informe del Grupo de Expertos, creado mediante una resolución de 2022 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, Martelly habría utilizado, según la ONU, intermediarios como fundaciones y miembros de su círculo íntimo, para establecer relaciones y negociar con otras bandas, a los fines de proteger su sus intereses.
“Arnel Joseph, antiguo jefe de la banda Village de Dieu, declaró que hablaba regularmente con un intermediario que trabajaba en la unidad de escolta de Martelly, y añadió que este intermediario le entregaba armas de fuego y grandes sumas de dinero”, señala EFE, citando al documento oficial de la ONU.
El hallazgo se constituye en una amenaza latente para su población, ya que señala nueva vez a un exgobernante haitiano en temas tan graves, como vínculos directos con el crimen organizado en Haití.
Esto hace que las pandillas se fortalezcan, con la adquisición de arsenales, que se traduce en el incremento de la violencia e inseguridad, que empeora con el paso de los años. Es en ese contexto en el que el tráfico juega un rol preponderante, aunque el informe no menciona la procedencia de las armas ilegales que terminan en manos de los bandoleros.
Pero no solo los pandilleros están blindados, ya que para el 2022, el total de pistolas, revólveres o armas largas, sobrepasaba las 600.000 una cifra que ha ido en aumento paulatinamente cada año, lo que deja a las autoridades con pocas opciones para enfrentar la criminalidad.
Incluso, el documento desglosa los precios de venta de estos artículos contrabandeados, que van desde los rifles semiautomáticos de 5,56 mm con un valor oscilante de entre 5.000 y 8.000 dólares; mientras que una pistola de 9 mm puede costar entre 1.500 y 3.000 dólares, además de pagarse hasta cinco dólares por cartuchos de bala.
Narcotráfico a sus anchas
Por su ubicación geográfica, Haití, al igual que la República Dominicana, con quien comparte territorio, se constituye en un puente atractivo para el narcotráfico.
Pero resulta aún más atractiva la parte occidental, debido a que por la falta de controles y carencia de autoridad, hace aún más fáciles estas operaciones para los narcotraficantes.
Una nota publicada por el diario El Obrero, señala que “pese a su limitada capacidad operativa, la Oficina haitiana de Lucha contra el Tráfico de Estupefacientes decomisó unos 104,7 kilos de marihuana y 5,4 de cocaína en el primer semestre de 2023 y un examen de las incautaciones reveló que existen múltiples rutas de la droga en Haití, desde la costa sur (Baie des Flamands, Les Cayes, Ile-à-Vache y Plaisance-du-Sud) al norte (Cap-Haïtien, Port-de-Paix y Artibonite), el centro (Hinche y Mirebalais) y el oeste (Plaisance y Bon-Repos), aunque el sur es el principal punto de entrada.
El informe también se refiere al tráfico de migrantes, convertido en «un lucrativo negocio facilitado por una serie de actores en Haití y en el extranjero como contrabandistas, funcionarios corruptos encargados de expedir pasaportes y visados, funcionarios de inmigración, agencias de viajes, operadores de vuelos chárter y constructores de embarcaciones».
El Grupo de Expertos visitó México, República Dominicana y Estados Unidos para conocer el impacto de la crisis haitiana en los migrantes y refugiados. En Haití, en concreto en Port-de-Paix, vio los lugares donde se construyen las embarcaciones que transportan a los migrantes, unos barcos que cuestan entre 25.000 y 50.000 dólares y suelen ir sobrecargados con un centenar de personas.
Estas personas pagan entre 1.000 y 3.000 dólares por un viaje a Estados Unidos que, si todo va bien y no hay percances, puede durar una semana”
Vacío institucional
El Grupo de Expertos resaltó que en Haití hay un vacío de poder que impacta de manera directa a la población y que agudiza la crisis que atraviesa la nación desde finales de la década pasada.
Y es que Puerto Príncipe no cuenta con un gobierno autónomo tras el asesinato del presidente Jovenel Moises en julio del 2021, dejando a la nación en una especie de limbo político, en el que el primer ministro Ariel Henry trata de tutelar como puede.
Sin embargo, se constituye en una tarea difícil, debido a que los poderes legislativos fueron disueltos tras vencer los períodos electivos, Henry gobierna por decreto, aunque muchas de sus acciones terminan como palabras al vacío.