En medio del escepticismo sobre crisis haitiana que tanto repercute en nosotros, dos acontecimientos permiten avizorar su superación: Designación del enviado especial haitiano ante el Gobierno dominicano y conocimiento por el Consejo de Seguridad de NNUU (CS-NNUU) de la situación haitiana.
Un parte prensa de NNUU publicado el pasado 4/10/2021 (Haití: Elecciones de nuevo en el horizonte y aumento de la inseguridad en la capital | Noticias ONU (un.org)) da cuenta que el Consejo de Seguridad conoció una presentación de la representante especial del secretario general de NNUU sobre situación haitiana, Helen LaLime, evidencia que este organismo sigue preocupado por Haití.
La presentación contiene puntos superadores de la crisis:(1) Celebración de elecciones generales para 2022/II;(2) Reformar Constitución, existiendo ya un proyecto;(3) Estrategia para reducir violencia;(4) Recuperar normalidad: Que “niños vuelvan a escuelas… agricultores no pierdan próxima temporada de siembra y…desplazados vuelvan a hogares”.
Como es vital para Dominicana la normalización haitiana, debemos apoyar el seguimiento a esta preocupación del CS-NNUU. Desconocemos si se hizo o hace.
El que el Gobierno haitiano haya designado un enviado especial al país evidencia intenciones de normalizar relaciones entre gobiernos, agriadas por imprudentes pronunciamientos y acciones desaforadas.
Como dicho enviado terminó optimista su misión, luego de entrevistarse con personalidades, incluyendo al presidente Abinader”, nos luce pertinente, protocolar y estratégicamente, reciprocar este gesto, designando un enviado especial-que hable francés-ante el Gobierno haitiano.
Estos enviados especiales junto a los respectivos cancilleres pudieran coadyuvar con la preocupación de NNUU; impulsando seguimiento al contenido de la presentación al Consejo de Seguridad.
Y aprovechar la coyuntura para tratar bilateralmente temas de interés común como: combate tráfico de ilegalidades-personas, comercio, armas, sustancias, dinero, etc.; documentación migratoria no vinculante a nacionalidad, etc.
Una acción conjunta de ambos gobiernos tendría más probabilidades de obtener resultados que reclamos individuales susceptibles de interpretarse como parciales por un organismo internacional llamado a dar tratamiento igualitario a sus miembros constituidos por naciones.
Facilitaría el accionar, expeditaría iniciativas internacionales para beneficio binacional. Y brindaría marco adecuado a iniciativas bilaterales asistidos por roles arbitrales.
Designar enviado especial haitiano ante Abinader fue una acción positiva
Situación de Haití sigue preocupando al Consejo de Seguridad de ONU
El Gobierno de RD debe apoyar el seguimiento de este organismo