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PUERTO PRINCIPE.- Una semana después de desatada una rebelión que provocó unos 50 muertos, el gobierno controlaba ayer viernes la mayor parte del país, salvo Gonaives (noroeste), en donde los rebeldes instaron a los haitianos a alzarse en armas contra el presidente Jean Bertrand Aristide
Butteur Métayer, el presidente del Frente de Resistencia Revolucionario de la Artibonita (FRRA), que ocupa Gonaives desde el 5 de febrero, lanzó ayer un llamado a «la insurrección».
«La insurrección debe extenderse a todo el país y llamo a los haitianos a tomar las armas contra Aristide», declaró a la AFP.
«No esperaremos hasta finales del mes de febrero para marchar sobre Puerto Príncipe para desalojar a Aristide», agregó.
En Puerto Príncipe la oposición política y civil, que tomó distancia del movimiento insurreccional en Gonaives, prepara una nueva manifestación para el domingo.
Militantes del partido Lavalas en el poder impidieron el jueves una manifestación opositora cerca del Palacio Nacional, sede de la presidencia.
[b]Enfrentarán ofensivas[/b]
Los rebeldes se agruparon ayer en el norte de Haití, preparándose para una esperada ofensiva policial que apunta a terminar con un alzamiento que ha amenazado la presidencia de Jean-Bertrand Aristide y matado a por lo menos 49 personas.
La ciudad de Gonaives, la cuarta más importante del país, continuaba bajo control rebelde, mientras otros opositores de Aristide prometieron realizar una masiva manifestación el domingo en la capital del país, Puerto Príncipe.
«No daremos marcha atrás», dijo Evans Paul, político de la oposición y ex partidario de Aristide.
El jueves, partidarios de Aristide atacaron con piedras a opositores que se reunían para manifestar contra el presidente, y bloquearon con neumáticos encendidos la ruta prevista para la protesta, forzando su cancelación.
[b]Pide salir del país[/b]
La Cancillería española aconsejó a sus nacionales a que salgan de Haití ante la «extrema gravedad» que puede adquirir la situación en un «futuro próximo» en ese país, sumido en enfrentamientos armados entre bandas rivales.
«El desorden de tipo político se ha incrementado sensiblemente y esto ha generado una proliferación de actos de vandalismo», indicó el ministerio español de Relaciones Exteriores en su sitio web, desaconsejando «por el momento» cualquier viaje a Haití «ante el serio agravamiento de las condiciones de seguridad».
«Ante la extrema gravedad que la situación en Haití puede adquirir en un futuro próximo, se aconseja a los españoles que se encuentran allí que salgan del país con los medios habituales mientras esto todavía es posible», dice el texto de la Cancillería.
La oposición política reclama desde hace meses la renuncia del presidente Jean Bertrand Aristide, reelegido en el año 2000 en unos comicios cuestionados, y la convocatoria a elecciones legislativas limpias.
La crisis se acentuó la última semana, cuando rebeldes armados tomaron varias ciudades, entre éstas Gonaives (noroeste), cuarta ciudad del país con 200.000 habitantes. Los enfrentamientos dejaron al menos medio centenar de muertos.
