Puerto Príncipe. Haití celebró un nuevo aniversario de su Carta Magna sumergido, paradójicamente, en una crisis constitucional debido a un trunco proceso electoral que impidió al expresidente Michel Martelly traspasar el poder al concluir su mandato de cinco años.
Martelly, quien abandonó el cargo el 7 de febrero pasado, dio paso a un Gobierno de transición, que no está previsto en la Constitución, con el encargo de concluir las elecciones generales y entregar el poder a un presidente legítimo en mayo venidero.
A casi dos meses fuera del orden constitucional, es difícil predecir cuándo se restablecerá la marcha normal de la democracia haitiana, según consideró hoy Mirlande Manigat, abogada constitucionalista y ex primera dama de la República, al participar en un debate sobre la situación.
«Tenemos un problema muy grave en el país con la Constitución; los políticos la usan para sus intereses personales. Hoy estamos celebrando con pena por la necesidad de dotar al país de una Constitución que responda con la realidad del país y (con la) que la gente pueda identificarse», dijo la excandidata presidencial.
La jurista llamó a las autoridades a empezar el proceso de la enmienda de la Constitución para que el país pueda tener un documento que todos respeten y del cual se sientan satisfechos.
«Como constitucionalista tengo la obligación de llamar la atención al país sobre la importancia de resolver los problemas de la Constitución; tenemos muchos problemas hoy que podemos resolver con una enmienda verdadera y sincera en el interés del país», agregó Manigat.
La crisis de la Constitución de Haití tiene que ver con la tasa de analfabetismo, que es muy alta en el país: más del 50 % de los casi 11 millones de haitianos no sabe leer ni escribir, lo que limita el acceso de la población al documento más importante de la nación.
El abogado y miembro de la asamblea constituyente Reynold Georges consideró, por su parte, que los políticos son el problema en el país, no la Constitución.
«Hoy estamos aquí en la inconstitucionalidad por no respetar la Constitución. Cada vez que hay un problema buscamos razones para no respetar la Constitución, para defender los intereses personales y de amigos», acotó el letrado.
Georges afirmó que lo importante ahora es fortalecer la Carta Magna haitiana y no continuar violándola.
«La Constitución no está perfecta, pero tenemos que pensar en mejorarla, no en violarla como hicimos por más de una década. La Constitución de 1987 es una de los mejores del mundo pero solo su aplicación dará importancia a ese documento», expuso.
La Constitución en Haití fue enmendada en 2011, al término del mandato del expresidente René Préval y publicada por su sucesor, Michel Martelly.
Esa enmienda, sin embargo, ha recibido múltiples críticas de varios sectores, entre otras razones, por no haberse votado ni publicado en créole, el segundo idioma oficial en el país y que habla la mayoría de la población.