Puerto Príncipe.– México colaborará con Haití en materia militar, en el marco de un acuerdo en esa área y como parte del restablecimiento en 2017 de la nueva Armada de este empobrecido país, más de dos décadas después de que dicha fuerza fuera disuelta por el expresidente Jean Bertrand Aristide, en 1995.
Como parte de esta colaboración, 65 haitianos recibirán en México formación técnica militar, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa, en el que se informó sobre un acto celebrado en la renovada base militar Anacaona, en Gressier, a 45 minutos al sur Puerto Príncipe, y donde 250 aspirantes a soldados, de más de 4.000 inscritos, empezaron su formación militar.
En el acto, el ministro de Defensa de Haití, Enold Joseph, agradeció el apoyo de México y subrayó que hoy “es un día muy importante y histórico para nosotros». “Esta formación es muy importante y cada uno aquí tiene la responsabilidad de proteger al país y a la población. Esta Armada va a ser una Armada moderna y mejor».
Para ello, afirmó, Haití cuenta con apoyo de varios países, como Chile, Ecuador, México y Taiwán. “Vamos a construir una Fuerza Armada para proteger el país y servir en casos de desastres naturales. El camino es largo, pero estamos haciendo el trabajo para crear una Armada profesional”, agregó.
El Gobierno de Jovenel Moise decidió en 2017, el mismo año en que llegó al Poder, resucitar la Fuerza Armada, incluyendo el Ejército, disuelto por Aristide durante su primer mandato en 1995, por la participación de sus miembros en golpes de Estado y violaciones a los derechos humanos.
El restablecimiento de la Armada, sin embargo, cuenta con el rechazo de un sector de la población por su cuestionado pasado y por la precaria situación económica de este país, que tampoco cuenta con suficientes recursos para financiar la Policía Nacional.
La mayoría de los miembros del alto mando de la nueva fuerza formaron parte de la antigua Armada y fueron sancionados por los Estados Unidos en los años noventa por violaciones de derechos humanos.
Algunos fueron colaboradores del entonces general jefe de las Fuerzas Armadas Raoul Cédras, quien encabezó el golpe de Estado contra Jean Bertrand Aristide en 1991, quien posteriormente disolvió el Ejército por la participación de sus miembros en golpes de Estado y violaciones a los derechos humanos.