Haití elige en las urnas un presidente para liderar su reconstrucción

Haití elige en las urnas un presidente para liderar su reconstrucción

Puerto Príncipe, (EFE).- Los haitianos acudirán de nuevo a las urnas el próximo domingo para elegir a un nuevo presidente, quien deberá guiar a Haití hacia su ansiada reconstrucción tras la crisis desatada en 2010 por un devastador terremoto y agravada después por una epidemia de cólera.

La exprimera dama Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly, son los dos candidatos que aspiran a suceder al actual presidente, René Préval, quien dejará el poder en mayo.

El ganador tendrá ante sí el reto de encabezar un proceso de refundación de la nación, que todavía no ha logrado recuperarse de los monumentales daños sufridos en enero de 2010, cuando un terremoto de 7 grados en la escala de Richter arrasó gran parte de la capital, Puerto Príncipe, y varias ciudades próximas.

Los demoledores efectos del seísmo, que causó más de 316.000 muertes, 300.000 heridos y 1,5 millones de damnificados, todavía se perciben al recorrer amplias zonas de la capital, donde permanecen toneladas de escombros en espera de las máquinas y las brigadas encargadas de retirarlos.

Más de 800.000 personas viven todavía en cientos de precarios campamentos, muchos de ellos improvisados tras el terremoto. Además del hacinamiento y de la falta de un techo en condiciones, gran parte de esa población sufre problemas de higiene y alimentación, así como graves carencias de servicios básicos, como el acceso a la salud. La retirada de los escombros y el realojo de los afectados son dos de los principales desafíos que deberá afrontar el nuevo presidente haitiano.

La otra gran crisis que deberá combatir es la sanitaria, causada por una epidemia de cólera que se desató en octubre del pasado año y que ha afectado a cerca de 250.000 personas y se ha cobrado la vida de más de 4.600.

La Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) presente en el país desde 2004 es culpada por sectores de la población de desencadenar el brote de cólera al contaminar un río con materias fecales de su contingente nepalí, aunque el asunto está bajo investigación. Junto a estos problemas, el nuevo gobernante deberá encabezar un proceso mucho más amplio de reconstrucción del país caribeño que incluye numerosos proyectos encaminados a levantar la empobrecida economía y a mejorar infraestructuras y servicios públicos básicos como la educación y la salud, así como a crear empleo.

La comunidad internacional tiene su vista puesta en Haití y en el desenlace del proceso electoral para saber quién será su principal interlocutor de cara a la gestión de la ayuda internacional que deberá ser desembolsada en los próximos años.

Una gran parte de esa ayuda es gestionada por la Comisión Interna para la Reconstrucción de Haití (CIRH) copresidida por el enviado especial de la ONU para Haití, Bill Clinton, y por el primer ministro, Jean Max Bellerive, quien será sucedido por un nuevo jefe de gobierno. Bellerive cifró en febrero en 1.000 millones de dólares el monto necesario para financiar proyectos aprobados para los siguientes ocho meses por la CIRH.

La elección de un nuevo presidente debería cerrar la crisis electoral abierta tras la primera ronda de las elecciones, cuando el Consejo Electoral Provisional (CEP) proclamó a Mirlande Manigat vencedora de la primera vuelta con el 31,37 % de los votos y al candidato oficialista a la Presidencia, Jude Celestin, en segundo lugar con el 22,48 %.

 El anuncio de estos resultados, calificados de fraudulentos por la mayoría de la oposición, desencadenó violentas protestas en las que murieron cuatro personas, lo que motivó una revisión del proceso por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El organismo interamericano aconsejó la exclusión de Celestin en favor de Michel Martelly, lo que fue finalmente aceptado por el CEP, que otorgó a Manigat el 31,6 % de los votos, al cantante el 22,2 % y dejó fuera a Celestin, con el 21,9 %.

Sin experiencia política previa, el cantante Michel Martelly se presenta como el candidato del cambio frente a la continuidad y propone trabajar por el relanzamiento de la economía, la agricultura y el empleo, así como promover la educación gratuita. Mirlande Manigat, por su parte, se compromete a impulsar la educación y el retorno a sus hogares de los centenares de miles de desplazados.

Cuatro millones de votantes están convocados a estas elecciones, en las que también serán elegidos siete de los once senadores que estaban previstos (los otros cuatro obtuvieron su escaño en la primera vuelta) así como 79 de los 99 diputados, pues 20 ya lograron su plaza en la primera ronda. EFE

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