Haití en días de aguda crisis

Haití en días de aguda crisis

Las complicaciones en un país como Haití de pobrezas materiales e institucionales transmiten inevitables repercusiones sobre República Dominicana. La crisis o quiebra de autoridad que allá cobra terreno augura perjuicios al vecino más cercano: nosotros. Los canales diplomáticos dominicanos deberían ser estratégicamente movidos hacia el respaldo con permanencia de las autoridades vigentes, que en este momento son combatidas con inusitado vigor a partir de demandas que solo podrían ser satisfechas a mediano plazo, tomando en cuenta las lógicas precariedades del régimen; el que procura, con pocos medios a su alcance desactivar las protestas. ¿Cuáles liderazgos al interior de Haití estarían detrás del amotinamiento callejero que buscaría ganancia de pescadores en mar revuelto? La quiebra del orden allí frágilmente establecido, es una posibilidad que obliga al país a moverse con buenos oficios.Un Haití con masas convertidas en instrumento politiquero intensificaría la emigración por una crisis humanitaria de difícil manejo. El antecedente establecido por las normalmente drásticas autoridades de Bahamas al suspender las repatriaciones, anticipa lo que podría suceder contra el interés nacional, siendo esas islas las que más inmigrantes haitianos reciben después de este país. Un desastre social tendería a legitimar la presencia desbordada e ilegal de ellos en este lado, vistos los esquemas internacionales sobre refugiados y derechos.

Otro efecto de una mutilación

Esa Moca con historia, de valientes hijos y hazañas y con componentes productivos de relieve a pesar de condiciones adversas, padece en lo urbano una aguda carencia de recursos. Calcula el alcalde Ángel López que su ayuntamiento deja de recibir mensualmente 37 millones de pesos que le corresponderían en virtud del porcentaje presupuestal trazado en nombre de la descentralización autonómica y democrática de las ciudades.

Por vía del desconocimiento de una ley orgánica, munícipes de los cuatro confines del territorio nacional están privados de servicios edilicios de calidad porque las operaciones de los organismos sufren deterioros, a veces agudos. Llenar necesidades de comunidades cuesta más que antes y la centralización gubernamental que desviste un santo para vestir a otro agrava los males.

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