Hoy 
Puerto Príncipe, (AP) Las autoridades revisaban boletas fraudulentas y luchaban por alcanzar acuerdos para evitar la amenaza de desorden público mientras Haití se preparaba para el anuncio de los resultados de su irregular elección presidencial el martes.
El país afectado por una epidemia de cólera y en recuperación tras el terremoto del 12 de enero enfrenta ahora acusaciones de fraude en las votaciones realizadas el 28 de noviembre y disputas sobre los resultados que se anticipan.
Los enfrentamientos entre la población y la policía han ocurrido casi a diario mientras se realizan duras negociaciones a puerta cerrada dentro del consejo electoral provisional, o CEP. Los resultados podrían ser emitidos a cualquier hora del día. Si un candidato obtiene más de 50% de los votos, sería presidente.
En caso de que nadie cumpla con esto, los dos candidatos con mayor número de votos deberán realizar una segunda ronda el 16 de enero, pero las autoridades electorales estaban considerando el lunes permitir al menos a un tercer candidato para la ronda final si la contienda es muy reñida.
«Si es una cuestión de unos pocos cientos de votos dependerá del CEP», dijo el principal observador de la Organización de Estados Americanos y de los Países del Caribe Colin Granderson. Hasta ahora la contienda de 19 candidatos se ha centrado a tres de ellos: la ex primera dama Mirlande Manigat, el famoso cantante Michel Martelly y el ejecutivo de la compañía estatal de construcción Jude Celestin. Celestin es el sucesor predilecto del cada vez menos popular presidente Rene Preval, que no puede reelegirse según la constitución.
Aunque Celestin es poco conocido en la política, su campaña fue la mejor financiada, pero la incapacidad de Preval para revivir la economía languideciente o avanzar en la reconstrucción tras el gran terremoto le restó apoyo al candidato que es visto como su «gemelo». Miles de simpatizantes de Martelly tomaron las calles de Puerto Príncipe mientras las casillas continuaban abiertas. Otros, especialmente los simpatizantes de Manigat, realizaron protestas cada vez más violentas en las ciudades de Saint Marc y Gonaives.
Los problemas, incluyendo la desorganización generalizada y el fraude categórico que privó de sus derechos a miles de votantes, llevaron a varios candidatos a pedir la anulación de las votaciones.
Una línea telefónica muy anunciada en la que se suponía que los votantes podrían localizar su casilla electoral no funcionó y varios reporteros observaron casos de colocación de votos en las urnas o el desecho de boletas marcadas en la calle.
El viernes, el consejo electoral pidió disculpas a los candidatos por los problemas. Ahora, los encargados del conteo de los votos bajo la vigilancia de las fuerzas de paz de la ONU en una bodega de Puerto Príncipe tienen un nuevo reto: separar las hojas de resumen de conteo claramente fraudulentas y eliminarlas para que no sean consideradas en la cuenta final.
Doce candidatos de oposición, incluyendo a Martelly y Manigat argumentaron cuando las casillas aún estaban abiertas que el caos estaba planeado para llevar a Celestin a la presidencia. Al día siguiente revirtieron su postura y dijeron que el conteo debería continuar, al parecer después de recibir información de algunas autoridades sobre que tenían la ventaja en algunos conteos.
El jefe de la misión de las fuerzas de paz de la ONU Edmond Mulet dijo que esa era «la primera vez en 3.000 años de democracia en la que los candidatos que podrían ganar las elecciones piden que se anule el proceso electoral». A pesar de esto Martelly ha amenazado con impedir el proceso si Celestin avanza.
«Si la segunda ronda es entre yo y el señor Celestin protestaremos y lo impugnaremos. El señor Celestin no cuenta con el apoyo para avanzar a la segunda ronda así que no iremos a la segunda ronda con Jude Celestin», dijo Martelly en una conferencia de prensa el lunes.
