El Gobierno de República Dominicana aseguró este viernes que continuará «tomando todas las medidas necesarias para mantener la seguridad y la paz en nuestra frontera y territorio«, luego de que decenas de policías armados atacaron ayer la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, en el marco de un movimiento de protesta por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de una decena de agentes a manos de grupos armados este mes.
Así lo dio a conocer el vocero y director de Estrategia y Comunicación de la Presidencia, Homero Figueroa, a través de una publicación en su cuenta de la red social Twitter, donde también se indica que el Estado encabezado por el presidente Luis Abinader, rechaza las maniobras que retrasaron el regreso del funcionario haitiano a su oficina.
«El Gobierno dominicano sigue con profunda preocupación los actos de violencia ocurridos en el aeropuerto de Puerto Príncipe en el día de ayer y rechaza las maniobras que retrasaron el regreso a su oficina del primer ministro de Haití, Ariel Henry«, dice el comunicado.
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Se recuerda que durante el ataque a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se oyeron fuertes disparos, mientras que varios vehículos resultaron con los cristales rotos, según informaron medios locales.
El primer ministro tiene previsto regresar este jueves de Argentina, donde participó el martes en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Para impedir el aterrizaje del avión que lo traerá al país, los manifestantes se dirigieron al aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron neumáticos, provocando la paralización del tráfico.
La tensión en el área metropolitana de Puerto Príncipe y sus alrededores es máxima este jueves, en el que se están registrando constantes disparos, pocas horas después de que siete policías fueran asesinados por grupos armados en Savien, en el departamento haitiano de Artibonite, elevando a diez el número de agentes muertos de manera violenta en dos semanas.
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Ante la tensa situación, algunas escuelas enviaron a sus alumnos a casa y la población tiende a abandonar las calles de la capital, donde la presencia policial ha sido escasa en los últimos días.
En 2022, al menos 55 agentes fueron asesinados en el país, en un contexto marcado por el deterioro del clima de seguridad y dominado por los ataques armados, la multiplicación de los secuestros, los robos y las violaciones.
Inmerso desde hace años en una crisis sociopolítica y económica, Haití vio agravarse aún más su situación tras el magnicidio en julio de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse.
Con información de EFE