Haití: ‘Los bandidos nos toman el pelo porque la justicia haitiana está desarmada’

Haití: ‘Los bandidos nos toman el pelo porque la justicia haitiana está desarmada’

Miembros enmascarados de la banda "G9 y Familia" montan guardia durante una rueda de prensa de su líder Barbecue en el barrio Delmas 6 de Puerto Príncipe en Puerto Príncipe, Haití, martes 5 de marzo de 2024. AP - Odelyn Joseph

RFI entrevistó al escritor haitiano Jean-Marie Théodas, profesor titular de geografía en la Universidad París Panthéon-Sorbonne y autor del libro ‘Fatras, Port au Prince’, sobre la dimisión del primer ministro haitiano Ariel Henry y el futuro de ese país, asediado por las pandillas. ‘Haití está en la autopista de las rutas del crimen, y la falta de una respuesta efectiva por parte del Estado ha permitido que las bandas prosperen’, explica. Entrevista de Gaetan Plenet.

RFI: ¿Cómo reacciona ante el anuncio de la dimisión del primer ministro haitiano Ariel Henry?

Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, siento cierta alegría al ver que Ariel Henry, quien carecía de legitimidad y demostró ser incompetente e incapaz de enfrentar los desafíos, finalmente ha renunciado. Pero, al mismo tiempo, estoy muy preocupado. La caída de Henry se debió a la acción de los bandidos y las pandillas. La sensación que los delincuentes pueden tener es que han ganado y podrían verse tentados a ir más allá.

RFI: «Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyándole, nos dirigimos directamente a una guerra civil que conducirá al genocidio». Estas palabras fueron pronunciadas el 5 de marzo por el principal líder de las pandillas que asedian Haití, Jimmy Cerisier. ¿Cómo interpreta la reacción de CARICOM ante lo que han dicho las pandillas?

No creo que sea una reacción directa a las palabras de las bandas, pero sí existe cierta congruencia entre las acciones de las bandas y los eventos que precipitaron la dimisión. Pero no es la principal razón0. La razón fundamental detrás de la caída de Ariel Henry fue su falta de legitimidad. Es como una fruta madura que cae por sí sola. Sin embargo, ahora que esto ha ocurrido bajo la presión de la calle, el gobierno de transición deberá enfrentar esta situación y considerar que Jimmy Cerisier desempeñó un papel importante en su caída.

Leer: Caricom sobre Haití: ni políticos en conflicto con la ley, ni con aspiraciones presidenciales para gobierno de transición

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Las pandillas controlan Puerto Príncipe y otras zonas de Haití. FOTO FUENTE EXTERNA

RFI: La dimisión de Cerisier no será oficial hasta que se haya formado el Consejo Presidencial de Transición. Esta es otra decisión tomada anoche por el CARICOM. Este consejo parece estar trabajando con el objetivo de desplegar una fuerza internacional.

Vamos a tener que coger el toro por los cuernos y considerar que las acciones de los bandidos constituyen una violación de las leyes del país. Hay que pedirles que rindan cuentas por los 5.000 muertos y los 2.500 secuestros del año pasado. Vamos a tener que establecer un Estado civilizado en este país. Y esa es la difícil tarea a la que se enfrenta esta comisión presidencial.

RFI: ¿Por qué mes tras mes, año tras año, las bandas se han ido extendiendo inexorablemente por todo Puerto Príncipe?

Nos encontramos en una situación institucional en la que el vacío de poder favorece la aparición de esta economía subterránea, esencialmente vinculada al tráfico de drogas, de armas y de personas en el Caribe. Haití está en la autopista de las rutas del crimen, y la falta de una respuesta efectiva por parte del Estado ha permitido que las bandas prosperen. Es imperativo abordar estas cuestiones de manera integral para restablecer la seguridad y la estabilidad en el país.

RFI: Y ese impulso, unido al despliegue de una fuerza internacional, ¿piensa usted que podría ser suficiente para salir de la grave situación actual?

Tal vez no sea suficiente, pero en la emergencia actual, es necesario. Necesitamos una intervención contundente capaz de dar a los bandidos la potencia de fuego necesaria para restablecer la paz civil. No puede haber justicia sin una espada en la mano, y en este momento, la justicia haitiana está totalmente desarmada. Por eso los bandidos son capaces de tomarnos el pelo.

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