París (EFE).- El presidente de Haití, René Préval, avanzó ayer que la presencia de la fuerza de la ONU desplegada en su país (MINUSTAH) será necesaria más allá del semestre por el que renovará su misión el próximo mes de agosto. “Probablemente necesitaremos una nueva misión” porque “creo que seis meses serán insuficientes para la profesionalización de la policía”, explicó Préval en conferencia de prensa durante su visita oficial a Francia.

Subrayó que la presencia de la MINUSTAH ha permitido restablecer la seguridad y celebrar las elecciones con garantías pero “la tarea no está terminada” y en la renovación programada para agosto “deberá adaptarse a las nuevas condiciones”.

En concreto, tendrá que tener en cuenta que “ahora hay un gobierno” y la actividad de la fuerza internacional -compuesta de más de 7.000 militares y de unos 1.700 policías- deberá adecuarse a las demandas del nuevo Ejecutivo.

El presidente haitiano explicó que en julio van a recibir un borrador sobre los objetivos de la nueva misión al que aportarán sus propuestas antes de la renovación en agosto.

A su juicio, la prioridad de la nueva misión será “ayudar a la profesionalización de la policía y de la justicia”, pero también participar en el desarrollo del país, por ejemplo en la reconstrucción de carreteras.

Préval admitió que en su país “hay un problema de seguridad que inquieta”, y que “tiene causas profundas” que quedan en evidencia por la implicación más o menos directa de policías y jueces.

No obstante, insistió en que “la violencia política está hoy casi controlada” y lo vinculó al hecho de que “hay un Gobierno con gran consenso”.

Préval, que llegó a París tras una gira europea iniciada en Bruselas, fue recibido por la mañana por el presidente francés, Jacques Chirac, y por las ministras de Defensa, Michele Alliot-Marie y Cooperación, Brigitte Girardin, así como por el secretario general de la UNESCO, Koichiro Matsuura.

Con Chirac estuvo hablando entre otras cosas de la deuda bilateral, que debe ser objeto de una reestructuración en el marco del Club de París, lo que debería conllevar la práctica anulación.

Francia financiará un tramo de 50 kilómetros de una carretera nacional para el que no había fondos y aportará dos euros para proyectos de co-desarrollo por cada euro que un haitiano residente en Francia invierta en su país.

Preguntado sobre su posición ante una eventual vuelta a Haití del derrocado presidente Jean-Bertrand Aristide, recordó que la Constitución estipula que “ningún haitiano necesita visado para salir o entrar del país”.