Haití necesita mucho
Presidente Préval entiende
que hay que refundar el país

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PUERTO PRÍNCIPE, Haití. Veintiocho días después del terremoto que devastó a Haití, en Puerto Príncipe se observa un panorama desolador: un millón de personas apiñadas en campamentos improvisados en diferentes puntos, en casas de campaña o “protegidos” simplemente con sábanas y pedazos de tela.

Aunque lo que volteó a Haití de arriba abajo el  12 de enero fue un sismo de 7.3 grados, quien visita esta ciudad puede quedar sorprendido por la imponente presencia militar.

Los vehículos artillados, convoyes con cientos de soldados extranjeros pertenecientes en su mayoría a Estados Unidos y a los países que previamente estaban asignados al componente militar de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de  Haití (Minustah) se mantienen circulando por las avenidas y barrios donde la gente deambula detrás de algo de comer o de una guarida para dormir.

Si ese es parte del panorama en tierra, al mirar hacia el cielo la gente ve helicópteros y aviones en diferentes direcciones y su solo descenso provoca una concentración inmediata de miles de personas que esperan que haya llegado con ayuda, principalmente alimentos y medicinas.

¿Quién dijo que todo está perdido?  En las calles no todo parece perdido. Con la limpieza parcial de las principales avenidas y la mejoría de la circulación, la gente ha vuelto a improvisar casetas destartaladas o a tomar un pedazo de acera para ofertar de todo, incluso hasta parte de los alimentos que está donando la comunidad internacional. “Eso se ha controlado bastante, pero aún hay gente que se dedica a comercializar con la ayuda”, admitió Nicolás Calderón, director de los Comedores Económicos,  que ha distribuido  en Puerto Príncipe un millón 800 mil raciones.

Pero el comercio informal, que puede apreciarse en las aceras y solares, también incluye a los venduteros que ofertan viandas y otras mercancías de uso diario. Además funciona la zona franca del aeropuerto, que trabaja parcialmente, porque sus instalaciones resistieron mejor el sismo.

Refundar el país

Cuando conversamos con el presidente René Préval en su improvisado despacho en el aeropuerto internacional Tousaint Louverture, vemos que sus ideas se han aclarado mucho después del impacto del terremoto. El mandatario habla de “refundar a Haití”, concepto que deslinda de inmediato de lo que algunos entienden es un simple traslado territorial de su capital. “Cuando hablo de refundación no hablo de la ciudad de Puerto Príncipe, sino de refundar a Haití; tener una nueva visión de Haití. Aquí murieron 250,000 personas y hay 250,000 casas destruidas”, expresó Préval.

El reto inmediato es ubicar a un millón de personas en alojamientos provisionales capaces de soportar lluvias, porque se acerca la primavera y es la época más activa.

“Tenemos urgencia en reubicar a ese millón de personas en techos provisionales,  porque de aquí a la temporada de lluvias no se va a resolver el problema (de construir viviendas permanentes)”, afirma Préval.

Préval, cuyo francés fue traducido  por el Primer Ministro, Jean-Mary Bellerive, sostiene que en un primer momento la gente tiene que quedarse donde está porque “ese es su barrio, ese es su medio y ellos no van a querer salir de esos lugares”. Al abordar la reconstrucción a mediano plazo, el mandatario estima que “eso tiene que ir acompañado de la creación de empleos, porque no se puede mover a la gente si no tiene sostenibilidad”. Cuando se le pregunta sobre la cantidad de ayuda recibida para hacer frente a los desafíos del terremoto, Préval dice que ha sido de muchos millones en medicamentos, agua, alimentos y otros, pero no toda se canaliza a través del Gobierno, sino que una parte llega por conducto de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

“Esa ayuda ha costado millones de dólares, pero la ayuda para la reconstrucción tiene que costar billones de dólares y no se puede llevar a  cabo si no se planifica y se coordina”, manifestó el gobernante.

En un esfuerzo de síntesis, Préval ve la refundación de Haití como un esfuerzo concentrado en “crear empleo. Para abrir fuentes de trabajo en los diferentes puntos fronterizos es necesario abrir carreteras, las rutas para que la gente pueda acceder”.  Igualmente “se necesita mucha electricidad y un caso muy especial en Haití es la agricultura, que tiene mucha mano de obra, de manera que esas son áreas fundamentales para Haití”, para poder reubicar a la gente.

Las claves

1.  Reconocen ayuda

Tanto el Presidente  Préval como el Primer Ministro Bellarive reconocen que la ayuda más puntual y temprana recibida en Haití provino del Gobierno y del pueblo dominicanos.

2.  Un plan binacional

Durante una visita de funcionarios y técnicos dominicanos se discutieron con el primer ministro de Haití Jean Max Bellarive las ideas básicas del Plan Binacional de Desarrollo, que será  entregado a la comunidad internacional en la cumbre internacional a celebrarse en abril en Santo Domingo.

3.  Ayuda en salud 

El Ministerio de  Salud Pública dispone de 38 ambulancias en Haití y además ofrece servicios a través de la red de hospitales de la frontera y los especializados de Santo Domingo, Barahona y Santiago.

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