A pesar de la problemática que afecta a Haití tras el terremoto  del año pasado, esa nación no representa una “bomba de tiempo” para República Dominicana.

A pesar de la problemática que afecta a Haití tras el terremoto de enero del año pasado, esa nación no representa una “bomba de tiempo” para República Dominicana y al contrario, su situación  es una oportunidad para que salga más fortalecida.

La afirmación es una conclusión a que llegaron el martes los cuatro expertos que participaron en el coloquio “Haití: una bomba de tiempo”, que organizó el periódico El Día para celebrar sus  nueve años.

El historiador Bernardo Vega; el ministro de Haitianos en el Extranjero, Edwin Paraison; el director general de Migración, Sigfrido Pared Pérez y el sociólogo Wilfredo Lozano fueron los invitados al conversatorio que abordó la situación del vecino país.

Al preguntársele su opinión en torno al tema, Bernardo Vega afirmó que Haití no es una bomba de tiempo, ya que las tragedias que le afectan no son irreversibles y dan pie a un repunte.

“El problema es que después de los haitianos a quien más le conviene en el mundo que Haití supere sus desgracias es a República Dominicana”, insistió.

De igual forma, Wilfredo Lozano opinó que Haití representa más bien una oportunidad, ya que la cooperación entre ambas naciones se constituye en una oportunidad para su desarrollo conjunto.

Dijo que el terremoto del 2010 reveló que la cooperación entre los países es posible, y que existe un alto potencial de solidaridad.

El vicealmirante Sigfrido Pared Pérez también consideró que el vecino país no puede compararse con una bomba de tiempo y que por el contrario, “las desgracias que atravesó en el 2010 se constituyen en una oportunidad para que Haití se pueda levantar”.

Al llegar el turno del ministro haitiano Edwin Paraison, afirmó que Haití no es una bomba de tiempo, sino una oportunidad.

El debate.  Terminadas las exposiciones de los cuatro oradores hubo un espacio de preguntas y respuestas en que  nacionales haitianos del auditorio contaron los abusos  de que han sido víctimas por parte de agentes de Migración, a pesar de portar documentos que les identifican como estudiantes y trabajadores.

Al responder a sus inquietudes, el director general de Migración insistió en que son casos  que ocurren en todos los países del mundo y que los oficiales de ese organismo son adiestrados para hacer cumplir las leyes, pero sin excesos.

Hay cariño.  La senadora de Dajabón, Sonia Mateo, participó en los debates y planteó que el país no está preparado para ejecutar la Ley de Migración vigente, por falta de recursos, y tampoco Haití, porque el 80% de los haitianos no cuentan con la documentación debida.

Dijo que en ese sentido, lo que el país puede hacer es “poner claras las reglas del juego”, para que los nacionales haitianos que están dotados de algún documento legal de identidad no sean constantemente detenidas por oficiales de Migración.

Dijo que las poblaciones de la frontera reciben muchas quejas de maltrato de los inmigrantes y que son ellos los que les atienden.

A su juicio, la comunidad internacional está equivocada ya que piensa que los haitianos y dominicanos no se entienden y no de llevan bien, cuando, al contrario han sabido entenderse y convivir.

Las claves

1.  El Día y sus 9 años

El periódico El Día organizó el coloquio “Haití: ¿una bomba de tiempo?”, por  celebrar esta semana sus nueve años de fundado.

2.  Concurrido acto

El conversatorio se realizó frente a un amplio auditorio, que incluyó a representantes de la comunidad haitiana que vive en el país.

 3.  No es lo que piensan

 En su intervención la senadora de Dajabón destacó que contrario a lo que piensan otros países, haitianos y dominicanos se llevan bien.