De acuerdo al Washington Post, el funeral del presidente Moïse se llevó a cabo bajo un caos y un misterio. Los haitianos merecen una clara y creíble explicación por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, incluyendo cuál fue el papel que jugaron individuos que viven en los Estados Unidos o tienen conexiones en ese país.

Sin embargo, más de tres semanas luego del asesinato en su residencia cerca de Port-au-Prince, aparentemente por mercenarios colombianos, los motivos, el financiamiento y autores del suceso para matarlo aún se mantienen opacos, generando rabia que cada vez es más profunda en el país y en la sociedad creando inestabilidad.
Ese es un problema que Haiti tiene que afrontar dado la necesidad de enfrentar la violencias de las gangs, que han paralizado parte de la capital, Port-au-Prince, la drástica caída de la economía, profunda incertidumbre política y un anémico sistema de salud pública saturado por una pandemia en aumento. El programa de vacunación en el país es minúsculo.

Develar la conspiración que resultó en el asesinato del presidente Moïse es primeramente responsabilidad de los haitianos y además, un desafío, para la administración de presidente Biden. De acuerdo al Washington Post, las autoridades haitianas han identificado múltiples sospechosos con vínculos con el sur de la Florida y los oficiales de Washington tendrían que ignorar el espectáculo de una anarquía en Haití generando el éxodo de los haitianos en los yolas y botes. El FBI ha informado sobre su ayuda a la policía haitiana en su investigación.

Pocos Haitianos creen las informaciones hasta ahora ofrecidas por las investigaciones realizadas por la policía en que figura la acusación de un doctor y pastor que decide su tiempo entre la Florida y Haití; el Venezolano dueño de una muy confusa firma de seguridad en Miami, la aparente contratación de colombianos y una variedad de otras posibles figuras cuyos motivos y recursos financieros parecen desiguales con las tareas de organizar y ejecutar el asesinato. La fuente de financiamiento para un grupo de dos docenas de commandos de retirados militares colombianos es aún desconocida.

Lo más temprano posible que se le dé una explicación detallada de los eventos a los haitianos, serían las mejores chances de neutralizar lo que parece ser un incremento de la volatilidad en la atmósfera. Por el momento, las suspicacias con relación a los que realmente están detrás de la conspiración está enfocado entre las familias ricas, los hombres de negocios e interesados, enemigos políticos y pastores evangélicos y personajes religiosos enemigos del último Presidente.

Por otra parte, hay también preguntas sin respuestas acerca de su propio séquito de seguridad, bajo las responsabilidades de la policía de Haití, la cual sobre el ataque a su residencia se ha mantenido indiferente. Sus miembros no hicieron nada para impedirlo y ninguno de ellos fue herido cuando el hogar fue saboteado u ocupado.

Los problemas de Haití no van a desaparecer o mantenerse ignorados por mucho tiempo. Por las medidas métricas Haiti está en los rangos de los países más pobres del hemisferio occidental y de más corrupto en el mundo. El hambre y la desnutrición están ampliamente y empeorando

cada vez más. Los huracanes son cada vez una amenaza perenne.