Salir a las calles de Haití, se ha convertido en una odisea, tanto en Puerto Príncipe como en otras regiones del país caribeño, en donde controla la anarquía de las bandas, el caos y la falta de autoridad.

La crisis política, humanitaria, económica y social, ha incrementado considerablemente en las últimas semanas, especialmente desde la extradición del golpista Guy Phillippe, quien lleva la voz cantante, con la presión en contra del gobierno haitiano.

Con solo mes y medio de regreso en su país, le sumó un nuevo ingrediente a la convulsa situación, en la figura de las protestas antigubernamentales, que hoy exigen en la calle la salida de Ariel Henry del poder, así como la celebración de elecciones.

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Aunque para muchos, las manifestaciones solo agudizan más la crisis, para otros en cambio, pudieran servir de cómo punto de convergencia, para un pueblo haitiano que necesita restablecer con urgencia, el orden democrático, escenario que aparentemente están logrando.

En la víspera, miembros de la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas de Haití, conocidos como (BSAP), un ejército militar especializado en el cuidado del medio ambiente, se ha revelado en contra del gobierno y han anunciado su anexión a las luchas civiles, en procura de que se conforme un nuevo gobierno.

Luego del anuncio de la rebelión el martes, Henry destituyó al comandante de la BSAP Jeantel Joseph, lo que incrementó la ira de sus tropas, quienes se lanzaron a las calles en la víspera, disparando al aire y enviando un mensaje claro para el gobierno.

Pero ¿qué es el BSAP y qué peligro representa?

El cuerpo militar es parte de la Agencia Nacional de Áreas Protegidas, un departamento autónomo dentro del Ministerio de Medio Ambiente y regido por el gobierno haitiano, cuya misión se circunscribe en el cuidado de la flora y la fauna.

Sin embargo, aprovechando la carencia de un cuerpo militar, ha extralimitado sus funciones, sirviendo como un organismo castrense, con incidencias más allá del plano medio ambiental.

Ese “poder” que había tomado, hizo ruido en el gobierno de Henry, que comenzó una investigación sobre una posible insurrección la semana pasada, ya que tenían informaciones de lo que podría pasar en lo adelante, sobre todo, cuando algunos de sus miembros ya habían externado su apoyo a las luchas de Phillippe.

Pero la amenaza mayor es el poder que ha tomado el cuerpo militar, pasando de solo 100 soldados en 2018, a más de 4,000 a la fecha, según registros citados por el diario haitiano Le Nouveliste, una tropa bien armada y cada vez más conexionada.

Sin embargo, el gobierno de Henry acusa a las tropas de estar ligadas a políticos y empresarios que buscan desestabilizar su gestión, a pesar de que lleva meses prometiendo la celebración de nuevas elecciones.

Hasta el momento se desconoce si la BSAP se unirá a las labores de estabilización que pretende implementar la misión encabezada por Kenia y que estaría llegando a Puerto Príncipe en las próximas semanas, con el fin de atacar a las bandas y dirimir la aguda crisis que vive el país.

Se recuerda que hombres armados mataron al vicecónsul haitiano Claude Joazard, quién además fue candidato a senador y alcalde, en un crimen ocurrido en Cabo Haitiano.

Según los reportes, Joazard habría sido sorprendido por un grupo de haitianos encapuchados, quienes la emprendieron a tiros sin mediar palabra, próximo al aeropuerto de esa localidad, el pasado domingo.