El Gobierno de Haití rechazó este miércoles «firmemente» las acusaciones «discriminatorias» de políticos de Estados Unidos contra sus ciudadanos en ese país y pidió protección para ellos, tras las afirmaciones del aspirante republicano a la vicepresidencia, JD Vance, de que los inmigrantes haitianos comen perros y gatos, de las cuales se ha hecho eco el candidato presidencial Donald Trump.
«No solo expresamos nuestra solidaridad, sino que también mandamos una señal clara de rechazo. Rechazamos firmemente esas afirmaciones que atentan contra la dignidad de nuestros compatriotas y que podrían poner en peligro sus vidas», según un comunicado del Ministerio de los Haitianos Residentes en el Extranjero (MHVE, en sus siglas en francés).
Este ministerio manifiesta su «más profunda preocupación ante las acusaciones discriminatorias emitidas por personalidades políticas estadounidenses contra nuestros compatriotas de la diáspora, en especial los que viven en Springfield, en Ohio».
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«Desgraciadamente, no es la primera vez que los compatriotas en el extranjero son víctimas de campañas de desinformación, estigmatizados y deshumanizados para servir a intereses políticos. Una vez más, nos corresponde a nosotros, haitianos, levantarnos y proclamar, juntos y con una sola voz, nuestra humanidad», agregó.
Ante todo ello, el MHVE, junto a organizaciones de la diáspora, explora actualmente las estrategias que permitan a los haitianos «víctimas de actos de intimidación o de estigmatización en la ciudad de Springfield u otras obtener la protección de las autoridades competentes».
Además, agrega, el ministerio fomenta todas las iniciativas legales de las organizaciones de defensa de los derechos humanos de los haitianos para protegerlos.
«A través de nuestras misiones diplomáticas y consulares, el MHVE desplegará un dispositivo de apoyo y acompañamiento para los haitianos de la diáspora, allí donde se encuentren», añade.
La nota se refiere también a la reunión virtual que la ministra de Exteriores, Dominique Dupuy, celebró el martes con líderes comunitarios y religiosos y responsables de organizaciones que operan en Ohio y otros lugares de Estados Unidos, así como Nikita Sejour, consejera del primer ministro Garry Conille, para manifestar «nuestra solidaridad a los miembros de la comunidad afectada y definir juntos las respuestas apropiadas a estos ataques».
Ayer mismo, en el debate que mantuvo con la candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, Trump se refirió a inmigrantes, sin citar su nacionalidad, que se comen mascotas: «Muchas ciudades fronterizas no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield se están comiendo a los perros de la gente que vino, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza».