Haití: terremoto destruye planta de oxígeno

Haití: terremoto destruye planta de oxígeno

Un niño señala hacia un helicóptero que trae ayuda para los sobrevivientes del terremoto en un vecindario cerca del aeropuerto, el jueves 19 de agosto de 2021, en Les Cayes, Haití. (AP Foto/Matías Delacroix)

Como si el terremoto de 7,2 de magnitud que sacudió Haití, una tormenta tropical y la pandemia de coronavirus no fuesen suficiente, el sismo dañó la única planta de oxígeno en el sur del país.

El edificio que alberga las máquinas concentradoras de oxígeno de las que depende la región se desplomó parcialmente y las máquinas quedaron volteadas. La compañía Etheuss es administrada por una familia conocida por sus plantas de aceite de vetiver en la ciudad de Les Cayes, una de las áreas más afectadas por el terremoto del sábado.

“Estamos tratando de reanudar la producción de oxígeno. Es nuestra responsabilidad, porque mucha gente depende de ello”, dijo Kurtch Jeune, uno de los hermanos a cargo de la planta, mientras mostraba los daños a la prensa el jueves.

El sismo dejó inclinados techos y columnas en la instalación y escombros de cemento dañaron tanques, el sistema eléctrico y la delicada red de tubos de cobre que llevan el oxígeno. “Los generadores de oxígeno están volteados”, dijo Jeune. “Recibimos la promesa del departamento de obras públicas de sacar los escombros con excavadoras”.

Jeune dijo que, aparte de dos plantas de oxígeno en Puerto Príncipe, su fábrica era la única que surtía los hospitales locales. Dijo que, con la pandemia de coronavirus, la demanda de oxígeno ha aumentado 200% en el último mes.

“Tenemos la capacidad para suministrar 40 cilindros de oxígeno por día”, dijo Jeune. “Nosotros abastecemos varios hospitales”.

El poderoso terremoto que sacudió la península sur de Haití mato al menos a 2.189 personas, de acuerdo con cifras oficiales. Se estima que más de 300 personas siguen desaparecidas, dijo Serge Chery, jefe de la defensa civil para la Provincia Sur, que incluye el puerto de Les Cayes.

Más de 100.000 viviendas fueron destruidas o dañadas, lo que dejó desamparadas a unas 30.000 familias, de acuerdo con los estimados oficiales. Hospitales, escuelas e iglesias también fueron destruidos.

El sismo fue seguido por una tormenta tropical que trajo aguaceros y fuertes vientos a inicios de la semana.

Envíos privados de ayuda y embarques del gobierno estadounidense y otros comenzaron a llegar más rápidamente a Haití el jueves, pero la pobreza, la inseguridad y la falta de infraestructura básica en la nación caribeña siguen presentando obstáculos enormes para que los alimentos y la atención médica lleguen a los que los necesitan.

Además, un importante hospital en la capital, a donde se envió a muchos de los heridos, cerró por dos días a partir del jueves para protestar por el secuestro de dos médicos, incluyendo uno de los pocos cirujanos ortopédicos en el país.

Los secuestros fueron un golpe a las gestiones para controlar el incremento de la violencia criminal que amenazaba la respuesta al desastre.

Al mismo tiempo, un grupo 18 voluntarios colombianos de búsqueda y rescate tuvo que ser sacado con escolta policial de la ciudad de Jeremie luego de un rumor falso de que ellos estuvieron involucrados en el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio. Los trabajadores se refugiaron el miércoles en una oficina de defensa civil y la policía los acompañó al aeropuerto el jueves.

Se piensa que asesinato de Moïse, aún sin resolver, fue ejecutado por un grupo de mercenarios colombianos.

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