El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó hoy que dispone de comida hasta para 300.000 personas durante un mes en Haití (AP Photo/Dieu Nalio Chery)
LES CAYES, Haití. Dos días después de que el huracán Matthew azotara la remota península suroccidental de Haití con vendavales y fuertes chubascos, autoridades locales y cooperantes internacionales seguían sin tener una imagen precisa de la destrucción.
Pero cuando el clima empezaba a calmarse y se encontró una forma de eludir un importante puente arrastrado por las aguas, caravanas y helicópteros comenzaron a aventurarse a las regiones remotas para evaluar los daños y determinar cómo ayudar a gente que perdió casas, ganado y cosechas.
La tormenta se ha cobrado al menos 16 muertes en el Caribe, 10 de ellos sólo en Haití, según la agencia de protección civil, aunque se esperaba que la cifra subiera el jueves conforme se acceda a zonas rurales muy afectadas. En Aquin, una ciudad costera en el sur ante la golpeada ciudad de Les Cayes, la gente caminaba en el lodo en torno a los restos de las diminutas tiendas y casas de madera. Cenita Leconte fue una de los muchos vecinos de la costa que ignoraron en un principio las llamadas a evacuar sus vulnerables chozas antes de que Matthew tocara tierra el martes como un huracán de categoría 4.
Leconte, de 75 años, estaba agradecida de haber cedido finalmente y haber salido con vida de la aterradora prueba. “Perdimos todo lo que teníamos. Pero habría sido culpa nuestra si nos hubiéramos quedado aquí y hubiéramos muerto”, dijo a Associated Press mientras los vecinos buscaban entre los escombros con la esperanza de encontrar al menos alguna de sus escasas posesiones. La agencia de protección civil empezaba a hacerse una idea de la situación en el departamento de Grand Anse, indicó la responsable del organismo, Marie Alta Jean-Baptiste. El huracán había dejado impracticables las carreteras de la región y cortado las comunicaciones.