Haití trata rescatar zona costera

Haití trata rescatar zona costera

En las costas del norte Haití ahora sólo se pueden pescar peces pequeños. Si los pescadores quieren alimentar a sus familias con peces grandes, dicen que deben navegar unas tres horas a los arrecifes de un parque nacional de República Dominicana, en un periplo en el que se arriesgan a ser arrestados, a recibir palizas o, incluso, a morir.

“Ir allí es la única manera que tenemos para poder alimentar a nuestras familias”, dijo Wilfrid Desarme, un pescador de Caracol, cuya playa está llena de pequeñas embarcaciones de madera que reemplazaron a otras similares, luego de ser incautadas o incendiadas por marinos dominicanos que sorprendieron a los haitianos cazando furtivamente con arpones oxidados, armas de fuego o redes.

Durante décadas Haití se ha ganado una reputación de ser un infierno ambiental. El país sólo conserva del 2% al 3% de la que fue su vegetación forestal pues la mayoría de los árboles fueron talados para producir carbón como combustible para cocinar. Sus aguas se encuentran sobreexplotadas, lo que ha dejado, para la pesca, a los peces pequeños. Y los arrecifes de coral se encuentran obstruidos con sedimentos que vienen de colinas adyacentes, que están devastadas.

Pero ahora Jean Wiener, un conservacionista haitiano de 50 años, está liderando una campaña para proteger mejor a las áreas costeras del norte del país, incluidos los arrecifes y los bosques de manglares, cuya subsistencia se encuentra amenazada y que son lugares de desove y zonas donde especies de peces y crustáceos tradicionalmente han crecido.

El perfil de Wiener de conservacionista ambiental, y quien estudió biología en Estados Unidos antes de regresar a Haití en 1989, ganó notoriedad cuando él y seis activistas más recibieron el prestigioso premio de la Goldman Environmental Foundation.

El galardón de US 175,000 fue otorgado por un jurado internacional y le dio un gran impulso a la organización sin ánimo de lucro que maneja Weiner, y que cuenta seis trabajadores de planta.

En los últimos años, Wiener ha promovido la declaratoria de las primeras áreas marinas protegidas del país, entre las que se encuentra el parque Nacional Three Bays, de unas 80,000 hectáreas al norte del país, aquejada por una saturación de la pesca, y que incluye las bahías de Limonade y Fort Liberte, que tienen el 20% de los manglares restantes del país, cuyo corte ahora es ilegal.

Pero nadie hace cumplir esta ley, que Wiener ayudó a impulsar, para proteger los manglares, y él dice que hay un largo camino por recorrer antes de que las nuevas áreas marinas protegidas se vuelvan más que unas líneas de demarcación que aparecen en los mapas.

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