Haití y el golpe a Bosch

Haití y el golpe a Bosch

En el libro Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana, escrito en el año 1964, su autor, Juan Bosch expresa: “La existencia del pueblo dominicano fue el resultado de la expansión española hacia el oeste; la de Haití, el resultado de las luchas de Francia, Inglaterra y Holanda contra el imperio español.

De manera que al cabo de los siglos los dominicanos somos un pueblo amputado a causa de las rivalidades europeas… el aspecto destructor de la revolución haitiana ha sido continuo; de hecho Haití ha seguido, a lo largo de su vida independiente, en guerra constante contra todo núcleo humano y social que pudiera convertirse, por cualquier vía, en sustituto de los colonos franceses… Fue así como de manera natural, como rueda una bola por un plano inclinado, Haití vino a caer bajo la tiranía de François Duvalier, quien tenía ya años gobernando cuando se estableció en la República Dominicana el régimen democrático que me tocó presidir… Un día llegó a la Embajada de nuestro país un teniente haitiano de apellido Benoit y pidió asilo, que se le concedió, desde luego; al día siguiente, los hombres de Barbot dispararon contra el automóvil de Duvalier, quien llevaba a los hijos del dictador a la escuela.

La respuesta de Duvalier fue instantánea: mandó asaltar la Embajada dominicana y al mismo tiempo sus matones entraron en la casa de la familia de Benoit, dieron muerte a todos los que habían allí, incluyendo la madre de Benoit y una niña, y quemaron la vivienda. Duvalier. Pues, había agredido a la República Dominicana en su representación diplomática. Ese día era domingo, y si no recuerdo mal, estábamos a principio de mayo… Poco después, por un cubano exiliado me enteré de que en una zona militar, en el interior del país, oficiales dominicanos estaban entrenando haitianos. ¿Cómo era posible que estuviera haciéndose tal cosa sin mi conocimiento? Llamé al Ministro de las Fuerzas Armadas, lo interrogué, me dijo que era verdad y le ordené disolver el campamento… Sin embargo, he aquí que un buen día, al leer la prensa en las primeras horas de la mañana me enteré de que el general Cantave había invadido Haití por la costa norte.

El general Cantave había estado a verme para pedirme ayuda y yo le había respondido que el gobierno dominicano no podía dársela… Pocos días antes del golpe de Estado, quizás tres días antes, me hallaba en mi despacho del Palacio Presidencial cuando a eso de las seis de la mañana me dijo el jefe de los ayudantes militares que los haitianos estaban atacando Dajabón… Al día siguiente, con asombro de mi parte, vi en la prensa una foto de Cantave en un cuartel de Dajabón… Hice llamar al Ministro de Relaciones Exteriores y al de las Fuerzas Armadas. “Tenga la bondad de solicitar de la OEA que envíe una comisión para que pruebe sobre el terreno que la agresión a Haití no partió de la República Dominicana”, le dije al primero. ¿Tuvo esa decisión alguna parte en el golpe de Estado? … Espero que algún día se aclarará el misterio en que están envueltos los repetidos y extraños incidentes dominico-haitianos de 1963”.

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