El fotorreportero Juan Romero no pensó que estaría vivo hoy después de que  varios haitianos le dieran una golpiza de manera salvaje sólo porque trató de cruzar  un atajo hacia su casa próximo a una construcción donde los extranjeros laboran.

En su lecho del hospital Darío Contreras narra con dolor cómo sus agresores no acogieron la piedad que les imploraba. El hecho sucedió el pasado viernes próximo a las 12:00 de la noche, cuando Romero regresaba a su casa ubicada en  la calle 5 esquina 10 de Vista Hermosa, Lucerna, Santo Domingo Este, y penetró a un espacio cerca de la construcción, saliendo  un haitiano con un machete y una pistola diciéndole de forma agresiva que fuera a otra parte más oscura.

Romero señaló que temiendo por su vida no accedió a la petición y el haitiano de inmediato empezó a gritar  en creole y así llegaron  otros compatriotas, quienes inmediatamente le pegaron con palos y  machetes, hasta dejarlo casi inconsciente.

“La expresión de su rostro era que querían matarme y por eso empecé a pedir auxilio. Eran personas despiadadas sin temor por la vida”, expresa con dolor. Para su suerte alguien de un colmado cerca escuchó sus gritos y fue a buscar a sus parientes, quienes le salvaron la vida. Luego llegó la Policía y se llevó detenido a uno de los haitianos.

En la estrecha sala del hospital que Romero comparte con ocho pacientes más en medio del bullicio y un  sofocante calor  está también  Julio César Abreu, quien  perdió la visión del ojo derecho por tratar de mediar en un pleito entre dos haitianos y su yerno.