POR GERMAN MARTE
Haitianos residentes en «El Pequeño Haití», en Santo Domingo, condenaron ayer las protestas realizadas el lunes frente al Palacio Nacional en Puerto Príncipe durante la visita del presidente Leonel Fernández, y afirmaron que a quienes más hubiera perjudicado una eventual agresión al mandatario dominicano es a los haitianos que residen en este lado de la isla.
Consideraron que si bien los haitianos tienen derecho a protestar contra la visita de un mandatario extranjero, no así para lanzar piedras contra él, pues un presidente debe ser respetado donde quiera que llegue.
Dijeron que afortunadamente hasta ahora- en territorio dominicano no se ha producido ninguna acción hostil en su contra. Empero, expresaron preocupación por lo ocurrido el lunes en Puerto Príncipe cuando cientos de manifestantes se movilizaron frente al Palacio Nacional en protesta por la visita de Fernández.
La caravana del presidente fue apedreada por los manifestantes, quienes, además, colocaron obstáculos en la vía para impedir el paso de los vehículos que transportaban la comitiva dominicana.
«Eso no pudiera ser así, ellos (los manifestantes) saben bien que nosotros los haitianos estamos aquí, y somos extranjeros aquí, entonces debieron acoger con las dos manos al presidente Fernández, para que nosotros seamos acogidos también aquí con las dos manos», expresó el comerciante Serafine Lamour.
Consideró que más que al presidente Fernández, la manifestación violenta en Puerto Príncipe le hace mucho daño a los haitianos que viven aquí, muchos de los cuales, como él mismo, llevan décadas residiendo en Santo Domingo, donde se ganan la vida y la de su familia.
Sostuvo que hasta el momento todo está en paz en el Pequeño Haití, y nadie molesta a los cientos de haitianos que tienen sus negocios en el sector ubicado detrás del Mercado Modelo de la avenida Mella, en el barrio San Carlos.
«Los pueblos dominicanos y haitianos tienen que ser como hermanos, aunque la frontera nos quiera dividir, debemos vivir tranquilos», expresó Lamour.
De su lado, Josefina Gina Nova, también comerciante, dijo que las manifestaciones contra el presidente Fernández «está muy mala, sobre todo por nosotros. Eso nos hace daño a nosotros que estamos viviendo aquí. Está muy mal eso por ellos (los manifestantes)».
Gina Nova afirmó que se siente muy bien viviendo en República Dominicana, por lo que le preocupa que se incremente la violencia.
Subrayó que si un haitiano en particular comete un crimen o un delito, se le debe castigar, pero no hacer que otros haitianos inocentes paguen por una falta que no han cometido, «si yo hago algo, yo debo pagar por eso, no otro haitiano», recalcó.
Mientras, la dominicana Ana Alfonso consideró que los acontecimientos del lunes pasado lunes en Puerto Príncipe nunca debieron ocurrir.
En tanto que Héctor Jeudi aseveró que la situación en el Pequeño Haití era normal, empero rehusó opinar sobre lo ocurrido en su país.
Roosvelt Astré, quien llegó al país hace pocos días, abogó porque los dos países vivan en paz, porque los haitianos y dominicanos vivan unidos.
Asimismo, el dominicano Gilberto Reyes Almonte consideró que las relaciones entre República Dominicana y Haití deben ser armoniosas porque ambos países comparten una misma isla. Calificó como un salvajismo las violentas manifestaciones contra la visita del presidente dominicano a la vecina nación.
La comerciante haitiana Ivonne Féliz también condenó los incidentes del pasado lunes y afirmó que cualquier visitante debe ser bien recibido, no maltratado.
Indicó que tiene ocho años residiendo en República Dominicana y nunca nadie la ha maltratado.
En similares términos se expresó Eddy Decenas, de 27 años, un dominicano hijo de haitianos, quien consideró la agresión contra el presidente dominicano como una traición de los haitianos ya que el mandatario estaba en Puerto Príncipe como invitado.
Además, dijo que cualquier agresión a Fernández perjudica a los haitianos residentes en territorio dominicano y también a miles de dominicanos descendientes de haitianos, como él.
«Eso me haría daño a mí también, porque yo no sé nada, pero si le dan a ese hombre (el presidente), cuando ese hombre venga aquí y diga que va a mandar a todos los haitianos para Haití, me agarran a mí, me van a hacer daño porque yo nunca he ido a Haití, porque mi papá y mi mamá son de allá, pero yo nací en Barahona», expresó Decenas.