Haitianos corren grandes riesgos con tal de llegar a EEUU

Haitianos corren grandes riesgos con tal de llegar a EEUU

Miami, (AP).- Las tragedias se suceden con alarmante regularidad en las aguas que rodean a la Florida: haitianos que sueñan con una vida mejor en Estados Unidos pagan cientos, si no miles de dólares, para abordar embarcaciones precarias y mugrientas, que cubren largos trayectos casi sin agua ni comida.

Las embarcaciones encallan o se rompen al llegar a arrecifes. A veces se vuelcan en aguas agitadas durante una travesía de varios días. Un mar que se suponía era su camino hacia una nueva vida, se transforma a menudo en su tumba.

La noticia del naufragio de una embarcación cerca de las islas Turcas y Caicos –unas cien personas fueron rescatadas, 15 perecieron y hay unas 70 desaparecidas– conmovió a la comunidad haitiana del sur de la Florida acostumbrada a este tipo de tragedias, ya que en la nación más pobre del hemisferio occidental abundan la gente dispuesta a correr el riesgo de una travesía marina muy peligrosa con tal de llegar a Estados Unidos.

«Le decimos constantemente a la gente que no emprendan esos viajes por mar porque son demasiado riesgosos», expresó Cheryl Little, directora ejecutiva del Centro de Defensa del Inmigrante de la Florida (Florida Immigrant Advocacy Center). «Cuando hablamos con los haitianos de aquí, les recomendamos que le digan a sus parientes que no intenten jamás venir por mar, porque lo más probable es que no lleguen».

Algunos dicen que la solución es concederle a los haitianos que ya se encuentran en el país el Estatus de Protección Temporal, que les permitiría trabajar legalmente y les daría más facilidades para enviar dinero a su país.

«No comprendo realmente por que el gobierno no lo ha hecho», comentó el representante demócrata de la Florida Alcee Hastings, quien hizo notar que otros países pobres de la región como Honduras se han beneficiado con ese programa.

Otros, en cambio, consideran que si se les concede ese estatus, los haitianos tendrían un incentivo adicional para intentar el viaje.

Entre el 1ro de octubre y el 2 de junio, la Guardia Costera interceptó a 1.491 haitianos en el mar, 90 menos que en el mismo período del 2007-08.

La mayoría de los haitianos que logran completar el recorrido e ingresar ilegalmente al país no quieren hablar de la travesía. Hay redes dedicadas al transporte de indocumentados muy establecidas en Haití, donde gente que trabaja para esas bandas recorre los barrios pobres y ofrece una plaza en un barco por unos 500 dólares. Personas que han sido capturadas por las autoridades dicen que pagaron hasta 4.000 dólares por la travesía.

Los haitianos con frecuencia juntan suficiente dinero como para que un familiar intente la travesía. Algunos van a parar a las Bahamas, las Turcas y Caicos o incluso Jamaica, y se quedan allí si consiguen trabajo.

Pero la mayoría quiere venir a la Florida, donde hay una gran comunidad haitiana y negocios, publicaciones y grupos de ayuda orientados a los haitianos. Haití se encuentra a 1.200 kilómetros (750 millas) de Estados Unidos.

Los mejores relatos de las operaciones de tráfico de personas probablemente son las de los archivos de los tribunales.

Tome el caso de Jimmy Metellus y Jean Morange Nelson, por ejemplo, quienes fueron acusados este año de traer indocumentados. Su bote se volcó frente a la costa del condado de Palm Beach y nueve personas murieron ahogadas, incluida una mujer con un embarazo de ocho meses. Dieciséis fueron rescatadas con vida.

Según el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Metellus dijo que Nelson hizo los arreglos para que él viajase en avión de Haití a las Bahamas para participar en el viaje. Señaló que él, Nelson y otras dos personas usaron una ambarcación blanca de 10 metros (30 pies) con dos motores y una cabina que llenaron con 21 personas.

La lancha partió de Nassau el 9 de mayo y al poco tiempo tuvo problemas con los motores. Estuvo varada tres días. Nelson consiguió hacer funcionar uno de los motores. Una avioneta sobrevoló la lancha y poco después apareció una embarcación que les llevó combustible. La lancha siguió su viaje hacia Bimini.

Cuando se acercaban a Bimini, indicó el ICE, Nelson recibió una llamada en su teléfono celular de un tal «Shine», quien le dijo dónde podían pasar la noche en esa isla. Luego de esa escala, reanudaron el viaje por la noche.

Es común que estas embarcaciones se reabastezcan en las Bahamas o las Turcas y Caicos, según expertos. A veces los haitianos se quedan en la Bahamas varias semanas, o hasta que consigan un barco que los lleve a Estados Unidos, de acuerdo con Jean LaFortune, presidente de la Coalición de Base Haitiano-Estadounidense.

Con frecuencia el jefe de la banda de traficantes se encuentra en las Bahamas. Rara vez los haitianos llegan a verlo. En esa isla permanecen en condiciones deplorables.

«Hemos oído historias terribles, de gente que es tirada por la borda, golpeada o violada, a la que se le niega un chaleco salvavidas, comida y agua», expresó Little. «También hemos oído de casos en los que las condiciones de vida no son tan malas».

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