MIAMI AP. Haitianos y descendientes de inmigrantes de ese país residentes en todo Estados Unidos permanecían el miércoles sumidos en la incertidumbre por no tener noticias de sus familiares y amigos luego que un terremoto devastó la capital de la nación caribeña. 

Tony Jeanthenor, de 50 años, dijo que un amigo que logró hablar con alguien en Haití escuchaba los gritos de la gente que había quedado atrapada entre los escombros.  “Hay mucha ansiedad”, manifestó. “Haití está en estado de trauma desde el 2004: golpes de estado, huracanes y ahora un terremoto”.  Unos 800.000 descendientes de haitianos desesperadamente intentaban tener noticias el miércoles de sus familiares y amigos en la devastada ciudad. La mayoría no lo habían logrado.  Algunos volcaron sus energías a los esfuerzos de auxilio y se sumaron a estadounidenses sin relación con Haití para recolectar agua embotellada, comida enlatada, suministros médicos y dinero. Otros inclinaban la cabeza para orar; algunos pasaron el día paralizados frente a sus televisores viendo noticias.