PUERTO PRINCIPE (AP) _ Decenas de habitantes de una barriada en la capital de Haití abandonaron sus hogares ayer para escapar de un enfrentamiento armado entre bandas rivales que según las autoridades ha causado la muerte de al menos 30 personas en dos meses.

Familias enteras salieron en hilera de la barriada Grand Ravine con colchones, ropa y lo que pudieron rescatar de sus casas, muchas de las cuales fueron incendiadas por bandas de barrios vecinos en la zona, ubicada en una ladera.

 «No tengo dinero, ni casa, ni idea de adónde voy a ir’’, lamentó Joseline Louis, una vendedora de fruta de 55 años de edad, mientras empujaba un carrito con sus pertenencias.

Louis dijo que trataba de reunirse con unos 300 de sus vecinos en un recinto religioso administrado por la Unión Bautista Evangélica de Haití a unos cinco kilómetros por caminos polvorientos y sinuosos que son patrullados por las fuerzas de paz de la ONU instaladas en Haití.

La mayoría de las viviendas en Grand Ravine, asiento de varios miles de personas, parecía abandonada con sus techos de lámina y muros de concreto ennegrecidos por incendios que de acuerdo a testigos fueron causados por los grupos en conflicto. En una casa, la puerta y el piso tenían manchas de sangre.