Los más de 3.000 haitianos que llegaron hace dos años a Tijuana, y lograron su residencia en México, son ejemplo para miles de centroamericanos de la caravana migrante que buscan quedarse a trabajar en esta ciudad que en las últimas horas ha reforzado los puntos de cruce internacional.
Con la dificultad para iniciar el trámite de asilo en Estados Unidos, los centroamericanos barajan la opción de quedarse en México como lo hicieron los haitianos, quienes ocupan trabajos informales, pero acoplados a la vida de la ciudad.
“Los haitianos venían en pequeños grupos e inmediatamente se adaptaron y se acoplaron a las reglas y orden de Tijuana. Muchos no esperaron su trámite y se integraron a la vida laboral de esta ciudad”, dijo a Efe el titular de la Secretaría de Desarrollo Municipal (Sedesom), Mario Osuna.
Por el contrario, Osuna calificó de “atípico” el caso de los centroamericanos por la cantidad de personas que se espera, unas 5.000, que lleguen a Tijuana. “Existe una dificultad para buscar donde instalarlos, por su propia seguridad y por la de los locales, mientras llevan a cabo su trámites y procedimiento normal de estancia en México».
Con poco más de 2 millones de habitantes, más de la mitad migrantes, Osuna señala que Tijuana es un “tierra bondadosa” para todos los que quieren entrar a Estados Unidos o que optan por quedarse a vivir en ella.
Recordó que en aquellos días los haitianos tenían una actitud de trabajo y buen comportamiento y ahora los centroamericanos tienen que esperar su tiempo.
“Algunos regresarán a su país y otros lograran su cometido o posiblemente se integren a la vida laboral de Tijuana”, apuntó.
Para esta opción, los hondureños contarán con el apoyo del embajador de su país en México, Alden Rivera Montes, quien para tales fines establecerá un consulado móvil en Tijuana y ofrecerá documentación para que sus compatriotas pidan asilo en Estados Unidos y refugio en México.
El diplomático contó que según datos del Gobierno del estado de Baja California y el municipio de Tijuana la mayoría de los haitianos se fue al central estado de Guanajuato, donde unos 2.000 ya tienen empleo permanente en la industria automotriz, y el resto permaneció en Tijuana “donde lograron empleos estables y tienen acceso a servicios de educación y salud».
La presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (Cedhbc), Melba Adriana Olvera, dijo que hace dos años documentaron la buenas practicas que se tuvieron en la inclusión y el respeto a DD.HH. de las personas de Haití “y ahora estas prácticas se van a intentar replicar».
El principal objetivo es buscar espacios para su inclusión laboral mientras cumplen su tramite de solicitar asilo en EE.UU. o refugio en México para regularizar su situación migratoria.
“El acceso a un trabajo para las personas que están en migración les permite ser autónomas, pero el reto de ayudar a miles de centroamericanos es un tanto complejo”, dijo Olvera.
Añadió que se les debe hacer participar en asuntos educativos, artísticos y culturales y ofrecerles talleres de Derechos Humanos y asuntos jurídicos sobre los procedimientos de solicitud de asilo en Estados Unidos y cómo se solicita una visa humanitaria en México El activista Enrique Morones, director y fundador de la organización «Ángeles de la frontera”, recordó que los haitianos “fueron bien recibidos” y afirma que pasará lo mismo con los migrantes de Centroamérica.
“Algunos (haitianos) ya se casaron y formaron familia en Tijuana y lo mismo va a pasar con los centroamericanos, muchos de ellos ya tienen bastante tiempo aquí todos son gente buena aunque hay excepciones, pero esas siempre existen».
Según estimaciones de autoridades del estado de Baja California, a Tijuana llegarán unos 9.000 migrantes, de los cuales 5.000 son de Honduras y el resto de Guatemala y El Salvador además de que creen que los centroamericanos estarán en la ciudad entre seis meses y un año.