Haitianos padecen una oleada de deportaciones de EEUU

Haitianos padecen una oleada de deportaciones de EEUU

MIAMI.– Bernedy Prosper tiene miedo de que su hijo de 23 años, Harold, muera si es deportado desde Estados Unidos a Haití.

Prosper, de 52, tenía la esperanza de que Harold se beneficiara de un estatus especial que da residencia a los inmigrantes haitianos desde el terremoto que destruyó el país caribeño en 2010.

En cambio, Harold ahora es uno de los más de 4.000 haitianos detenidos a la espera de su deportación. Con gran sigilo, desde fines del año pasado Estados Unidos comenzó a expulsar a los haitianos a un país azotado por los desastres naturales, la pobreza y la inestabilidad política.

El reinicio de las deportaciones fue uno de los últimos regalos que dejó Barack Obama en política migratoria. Y el actual presidente Donald Trump no genera demasiadas esperanzas de que esto cambie.

«Creo que si lo envían a Haití lo voy a perder», dice Prosper, hablando de su hijo, mientras espera que lo atiendan en un centro de ayuda a los inmigrantes en Pequeño Haití, el corazón de la diáspora haitiana en el deprimido norte de Miami.

Prosper llegó a Florida en bote en el año 2000 y obtuvo asilo político. Luego intentó traer a su hijo, pero Harold se cansó del largo proceso legal e intentó entrar a Estados Unidos por la frontera con México tras comenzar su periplo en Brasil. Lo capturaron en San Diego, California, y ahora es parte de una nueva oleada de deportaciones.

La cantidad de haitianos indocumentados detenidos en Estados Unidos aumentó cerca de 1.500% en un año: de 267 en enero del año pasado, a 4.060 en enero de este año, según cifras del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).

Si Harold es devuelto a su país, «yo sé que lo van a matar», dice Prosper, hablando con la mirada apagada y la voz baja, monótona.