Unas 10,000 personas marcharon ayer por la capital de Haití en protesta por lo que dicen es el maltrato crónico a sus paisanos en la vecina República Dominicana, donde muchos haitianos han vivido durante años a la sombra de la ley. La demostración fue en lo fundamental pacífica y personas de todas las edades protestaron e hicieron ondear banderas haitianas para exigir que los dominicanos respeten los derechos humanos de los haitianos. La marcha fue organizada por una asociación de abogados y grupos civiles. Cuando la muchedumbre llegó al consulado dominicano, un sujeto se las ingenió para subir al techo y arrancar la bandera dominicana, que entonces fue rociada con combustible y quemada ante la ovación de los presentes.
Algunos manifestantes persiguieron brevemente a una mujer que pensaron era dominicana. No hubo reportes de arrestos por parte de la policía. Algunos de los agentes que custodiaban la protesta también llevaban banderas de Haití. La manifestación ocurrió unas dos semanas después que un limpiabotas de origen haitiano fue encontrado colgado de un árbol en una plaza de la ciudad dominicana de Santiago. Los haitianos creen que Henry Claude Jean fue víctima de violencia racial, pero según investigadores dominicanos al parecer fue asesinado por otros haitianos. Nadie sabe con certeza cuantos inmigrantes haitianos viven en República Dominicana, pero la ONU calcula que podrían llegar a medio millón. Ambos países comparten la isla caribeña de La Española, separadas por una frontera porosa.
Comparativamente mucho más rica que su vecina, República Dominicana ha sido desde hace mucho tiempo un imán para trabajadores haitianos poco calificados, pero las autoridades dominicanas han tratado de limitar el cruce fronterizo irregular en años recientes. En 2013 la Corte Suprema dominicana decretó que los nacidos en el país de padres que no fueran ciudadanos dominicanos no tenían derecho automático a la ciudadanía. Fue un decreto retroactivo a 1929 y dejó a muchas personas que se creían dominicanas en un limbo jurídico.
Ante el anuncio de la protesta, todas las dependencias dominicanas reforzaron la seguridad. Aún así, el embajador, Rubén Silié Valdez, recibió a una delegación de los convocantes de la protesta.