Haitianos no reducen el salario que se paga en el país

Haitianos no reducen el salario que se paga en el país

Una investigación afirma que no es cierto que la presencia de mano de obra haitiana inmigrante en el mercado de trabajo lleve a una reducción de los salarios, asimismo, revela que no existe una presencia masiva en los sectores agricultura, construcción y comercio y además que estos trabajan principalmente por cuenta propia.

Hallazgos hechos por el Centro de Estudios Domínico-Haitiano (CEDH) del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) revelan que “las bajas remuneraciones laborales obedecen principalmente a la estrategia empresarial en sentido general de achicar los costes laborales en el valor agregado y el valor mercantil, en procura de maximizar los márgenes de beneficios. Por consiguiente, resulta absurdo el socorrido planteamiento de que la oferta de mano de obra haitiana determina las ínfimas tarifas salariales en República Dominicana”.

El economista e investigador Luis Vargas explicó que los empresarios, en busca de reducir sus costos, contratan mano de obra y la pagan por debajo del salario mínimo establecido. “El empresario contrata la cantidad de trabajadores que necesita, y es la demanda del empleador la que determina cuánto se va a contratar. El empresario decide el salario que pagará y el que viola la ley no es el trabajador sino el que contrata”, especificó.

Según los resultados del CEDH el ingreso promedio de los inmigrantes haitianos es de RD$6,428 mensuales, sobre todo de ingresos ordinarios por debajo del salario mínimo. Estos ingresos no permiten satisfacer las necesidades básicas tanto del trabajador como de su familia, dado que apenas cubren los costos respectivos de las siguientes canastas de consumo vital de bienes y servicios: el 26.4% de todo el país, el 18.73% de Santo Domingo, el 27.36% de la zona urbana y el 41.46% del área rural.

Otro hallazgo de la investigación es que la mayor parte de los trabajadores inmigrantes haitianos se localiza en la agricultura (35.71%), construcción (25.91%) y comercio al por mayor y al por menor (16.49%); además que sólo representan sucesivamente el 18.57% y 29.24% de la población económicamente activa ocupada agraria y constructora.

“Por tanto, no es cierto que la fuerza de trabajo migrante haitiana gravite mayoritariamente en las actividades agropecuarias y de construcción, tal y como han sostenido erróneamente pasados sondeos o encuestas”, dijo Vargas. Asimismo, la población inmigrante haitiana ocupada en actividades productivas es mayoritariamente asalariada, en empleos fijos 45.90% y ocasionales un 41.02%, generalmente caracterizados por contratos precarios e informales. “En consecuencia, no responde a la verdad la caracterización de la mano de obra inmigrante como preponderantemente cuentapropista”.

Aporte a la economía. La mano de obra haitiana aporta aproximadamente RD$158 mil 751 millones (7.10%) al valor agregado del país, cuya distribución se caracteriza por la extrema desigualdad en perjuicio del ingreso laboral, ya que de cada 100 pesos que aportan a la economía solo reciben casi 22.0% en comparación con la restante renta 78%, compuesta sobre todo por el excedente bruto de explotación o margen de ganancia bruta.

También revela la investigación que una mínima parte del total de trabajadores inmigrantes haitianos percibe mínimas prestaciones de seguridad social, vale decir, seguro de salud (3.03%), pensiones (0.95%), seguro de vida (1.10%) y seguro de riesgos laborales (3.59%).

LA CIFRA

458,233 es la cantidad de población inmigrante extranjera haitiana. Esta población se concentra fundamentalmente en la zona urbana (65.12%). “Por tanto, no es cierto que los migrantes haitianos se domicilian en el área rural”.

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