Haitianos salen de Gonaives;
retiran toneladas de barro

Haitianos salen de Gonaives; <BR>retiran toneladas de barro

GONAIVES (Haití), (EFE).- Decenas de personas abandonaban la ciudad haitiana de Gonaives con los pocos enseres que les dejó la tormenta «Jeanne», mientras la población hambrienta corre desesperada sobre el lodo tras los camiones de ayuda humanitaria.   La ciudad, en el oeste de Haití, amaneció hoy más anegada tras las lluvias caídas la víspera, crearon situaciones de pánico entre la traumatizada población, que recordó el comienzo de la tragedia que hace una semana segó la vida de más de un millar de personas.

 «No hay comida, no hay agua», se quejaba hoy Jeanet Michel, de 42 años, que pasa las noches en el techo de una casa y no puede «pelear» por conseguir alimento porque está enferma y se queda «atrás» en las avalanchas de gente.

Las tropas de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTHA) se ven obligadas en ocasiones a disparar tiros al aire y gases con humo para dispersar a la gente, que llega a abrir las puertas y a subir a los convoyes en marcha.

Ayer mismo, en medio de un mar de gente sedienta y hambrienta, un niño haitiano quedó tendido en el suelo tras ser arrollado por un camión de ayuda que se dirigía a un centro de distribución.

RETIRAN TONELADAS DE BARRO

Los habitantes de la ciudad de Gonaives (noroeste de Haití) lidiaban ayer sábado con toneladas de barro que dejaron las inundaciones provocadas por el paso del huracán Jeanne, que ocasionó además la muerte de 1.286 personas y cientos de miles de damnificados.

Mientras socorristas en el norte encontraban más cadáveres, autoridades confirmaron el balance oficial de muertos y precisaron que otras 1.129 personas se encuentran desaparecidas y se cree que la mayoría murió.

Miles de viviendas quedaron destruidas y cerca de 300.000 personas fueron afectadas por las inundaciones que casuó Jeanne el 18 de setiembre, que tras su paso como tormenta tropical cobró nuevamente virulencia convirtiéndose en huracán y amenaza al Estado de Florida, sureste de Estados Unidos.

Las autoridades trabajan para llevar alimentos, agua potable y otros productos de emergencia a las áreas inundadas, mientras los pobladores luchan para desalojar el barro de sus casas y equipos especiales se encargan de despejar los caminos.

Gonaives fue la ciudad más afectada, con 1.186 muertos y 1.078 desaparecidos del total nacional, de acuerdo con la protección civil haitiana.

Gran parte de la ciudad está cubierta de lodo y escombros, mientras pueden verse los restos podridos de animales. Las autoridades temen que aún haya cadáveres enterrados bajo el barro.

HERIDOS ESPERAN ASISTENCIA

Entretanto, decenas de personas con heridas en los pies y contusiones por el cuerpo, esperan ser atendidos por varios médicos argentinos y brasileños de la MINUSTHA, que ya han asistido cinco partos con medios escasos en las aulas vacías de un edificio universitario.

El capellán de las tropas argentinas, Omar Tejada, bautizó hoy a Daniela, que nació atendida por el enfermero brasileño Daniel Da Silva, mientras en otra aula del edificio los médicos desinfectaban el muñón de Fred Chery, que sufrió la amputación de una pierna por gangrena.

Muchos habitantes de la ciudad tienen heridas graves en las plantas de los pies porque se cortan al caminar descalzos por las calles encharcadas, donde aún aparecen cadáveres entre los escombros y el hedor a animal muertos se hace a veces insoportable.

El hospital general de Gonaives quedó destruido por la inundación, y se está recibiendo ayuda de Médicos del Mundo, una misión de médicos cubanos y otras organizaciones.

La colaboración de la comunidad internacional continúa llegando. Ayer, viernes, fueron quince toneladas de ayuda procedente de Chile la que se añadieron a la cooperación venezolana y de otras procedencias.

El gobierno venezolano envió ayer 2.000 toneladas de alimentos y materiales en «ayuda humanitaria» a Haití, Cuba, Granada y Jamaica, para paliar los daños causados en esos países por el reciente paso de huracanes y tormentas tropicales.

Pero hoy eran muchos los que, desalentados, abandonaban la ciudad en abarrotados autobuses cargando maletas, mesas, sillas, y demás pertenencias.

El acceso a Gonaives por carretera lleva al menos cuatro horas desde Puerto Príncipe, y en el tramo final el paisaje es el de un gran lago del que sólo sobresalen tejados, letreros y cactus.

Las autoridades haitianas han considerado poner en marcha un plan de evacuación en algunas zonas de Gonaives para poder llevar a cabo una operación de limpieza ante la amenaza de epidemias, aunque la estrategia está aún en discusión.

En todo Haití, al menos 1.113 personas murieron y 1.251 siguen desaparecidas debido a las inundaciones provocadas desde el domungo pasado por «Jeanne», que hoy, convertido en un fuerte huracán, azota a Bahamas y se dirige hacia el estado de Florida (EEUU).

El gobierno haitiano ha creado un comité mixto para coordinar la distribución de ayuda que está presidido por el ministro de Defensa, Herald Abraham.

El primer ministro de Haití, Gerard Latortue, reconoció que «la ayuda humanitaria no empezó a llegar a Gonaives hasta el pasado jueves porque las carreteras de acceso aún seguían intransitables».

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