A medida que pasan las horas, la incertidumbre se apodera de  los haitianos residentes en el país debido a  la falta de comunicación con sus familiares en Haití. Todos quieren saber la suerte de familiares cercanos y amigos.

A medida que pasan las horas, la incertidumbre se apodera de  los haitianos residentes en el país, debido a  la falta de comunicación con sus familiares en Haití. Mientras, el embajador de la hermana vecino nación, Fritz Cinéas, calibró la catástrofe  de proporción incalculable.

Decenas de haitianos están acudiendo a la embajada de su país en Santo Domingo en busca de información sobre la situación que prevalece en su ierra, donde presumen sus familiares han muerto o están desaparecidos ante el desastre ocasionado por el terremoto ocurrido la tarde de ayer.

A las personas que van a la sede diplomática, no se le  ofrece ningún tipo de información.

Entregan documento.  En tanto que el embajador Fritz  Cinéas, al término de un acto protocolar en el cual la Cancillería entregó un documento de solidaridad, dijo que todavía no puede ofrecer cifras exactas sobre las víctimas del terremoto y que los reportes que había  recibido hasta el mediodía de ayer es que el número supera los seis dígitos.

Reporteros de este diario fueron informados a través de un agente de seguridad que la mayoría de los ministros de la embajada salieron para su país desde  la anoche del martes.

El embajador Cinéas en declaraciones para un diario digital dijo que la catástrofe es de proporción incalculable y dramática.

Durante la reunión que sostuvo con las subsecretarias de Relaciones Exteriores, Alejandra Liviano; de Política Exterior, Rosario Graciano; de Asuntos Consulares, y Sara Güemez Naut, Administrativa, el diplomático  afirmó que no tiene datos precisos de la tragedia porque  la comunicación en Haití es todavía difícil, porque colapsó la parábola del principal proveedor de telecomunicaciones de esa nación.

La nota diplomática de la secretaría de Relaciones Exteriores solicita al embajador comunicar a su gobierno y al pueblo haitiano la decisión del presidente Leonel Fernández de asistir al gobierno y al pueblo haitiano ante el lamentable terremoto.

Al tiempo que agradece de las autoridades haitianas “la concesión de las facilidades necesarias para que por la vía terrestre y aérea se pueda materializar la ayuda”.

Los autobuses que cubren la ruta Santo Domingo-Haití han sido  estacionados en los alrededores de la embajada para trasladar a los haitianos que están saliendo con fines de contactar la situación de sus familiares.

Joselin Germán, quien reside y trabaja en el país, dijo que la mayoría de sus conciudadanos están desesperados por la falta de comunicación con sus familiares.

Manuel Alcides, un estudiante universitario, dijo que sus familiares viven en la zona de Carrefur y que teme que todos hayan muerto, pero que en la embajada nadie le puede ofrecer información.

Al consulado están acudiendo haitianos y de otras nacionalidades en busca de visado para tratar de viajar al vecino país. Algunos haitianos dijeron que están gestionando la renovación de sus pasaportes.

Frente a la embajada,  miembros de la Iglesia Adventista Dominicana se movilizaban para  una campaña de  ayuda y para socorrer al vecino país, dirigidos por Silvestre González.

Desesperación

La desesperación y la tristeza se apoderan de los haitianos residentes en la República Dominicana debido a que todavía ayer no habían podido contactar  a  sus parientes en la vecina nación por la falta de comunicación, luego del terremoto que devastó esa parte de la isla el martes. Esta situación preocupa a sus compatriotas, quienes tienen sus hijos, padres y otros parientes en los diferentes puntos de desastres, por lo que algunos trataban ayer  de salir con destino a Haití. Otros trataban de calmar a los  que estaban al borde de la desesperación. En el barrio conocido como el Pequeño Haití, enclavado en la cercanía del Mercado Modelo y el cuartel general del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, los haitianos se agrupaban en la iglesia Cristiana y calles del lugar tratando de buscar una opción para comunicarse con sus compatriotas al otro lado de la frontera.