RECIFE, Brasil. AFP. Buques y helicópteros de Brasil rescataron ayer dos cadáveres, algunos equipajes y piezas del avión de Air France desaparecido misteriosamente en el Atlántico seis días antes con 228 personas, anunció la fuerza aérea de ese país.

 Los cadáveres de dos hombres, objetos personales y vestigios del aparato fueron hallados flotando en el Atlántico a unos 67 km del punto en el que el avión envió su último mensaje la noche del domingo al lunes a unos 1,000 km de la costa noreste brasileña, informaron los responsables del operativo.

 Los cuerpos y objetos serán trasladados en una fragata y en helicópteros hacia el archipiélago Fernando de Noronha, distante a unos 825 km, a donde llegarán en el domingo o el lunes.

 Entre los objetos encontrados se cuenta una butaca azul con número de serie y colores usados por Air France, pero se aguarda la confirmación de la compañía, dijo el coronel Jorge Amaral, portavoz de la Fuerza Aérea.

Asimismo fueron sacadas del mar mascarillas de oxígeno, una maleta con un billete del vuelo y una mochila con un carnet de vacunación.

El Airbus transportaba a 228 personas, entre ellas 58 brasileños, 71 franceses y el resto de otras 30 nacionalidades.

Los cuerpos serán trasladados a Fernando de Noronha, hacia donde se dirigió un equipo de peritos y luego a Recife, donde se procederá a su identificación.

La Fuerza Aérea Brasileña y la Marina aumentaron la estructura de Fernando de Noronha para acoger los restos humanos y materiales de la tragedia.

«Estamos aumentando nuestra estructura para cualquier eventualidad y en caso que encontremos algo, ya tener todo pronto para recibirlo y luego entregarlo» al centro de operaciones de Recife, dijo un mayor que, como es costumbre entre los brasileños, solo se identificó por su nombre de pila, Venancio, y es el responsable de las tareas de la Fuerza Aérea en el lugar.  El primer hallazgo de cuerpos fue informado a familiares de las víctimas brasileñas antes que a la prensa, dijo en Rio de Janeiro Marco Tulio Moreno.

Desconocimiento

Los múltiples mensajes de anomalías emitidos por el Airbus de Air France, desaparecido el lunes entre Rio y París no explican aún las causas de la catástrofe ocurrida en condiciones meteorológicas «normales», según elementos publicados ayer por la Oficina francesa de Investigaciones y Análisis (BEA).

El jefe de la BEA, Paul-Louis Arslanian, quiso «mostrar un rompecabezas un poco más claro» en conferencia de prensa, al mismo tiempo que llamó a apegarse a los hechos y a no especular sobre las circunstancias de la desaparición del avión que transportaba a 228 personas.

Según elementos de la investigación técnica revelados ayer, el avión envió 24 mensajes de anomalías llamados ACARS (Aircraft Communications Adressing and Reporting System) entre 02H10 y 02H14 GMT en la madrugada del lunes.

Los mensajes establecieron en particular «una incoherencia de las velocidades medidas» por las sondas Pitot y un daño del piloto automático, confirmó Alain Bouillard, responsable de la investigación técnica de la BEA.

Pero los investigadores «no han establecido todavía relaciones» entre «la incoherencia de las velocidades medidas y los daños en los sistemas», precisó.  Arslanian reconoció que otros A330 han tenido problemas similares de medida de la velocidad del aparato, que condujeron a la empresa Airbus y a los utilizadores de aviones A330 a comprometerse con «programas de reemplazo y mejoría» de las sondas.