BAGDAD AFP).- El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, propuso ayer, lunes, por la noche a los distintos grupos parlamentarios un plan de cuatro puntos para acabar con la violencia entre confesiones que asuela Irak, donde 50 cadáveres fueron hallados y 14 personas secuestradas.

El plan, que será discutido el martes con los grupos parlamentarios, propone crear una serie de comisiones de seguridad en las que participen representantes políticos, religiosos, la sociedad civil y el ejército, para observar de cerca la situación en todo el país, indicó a la AFP un influyente diputado chiita, Jalaledin Al Saghir, miembro del Consejo Superior de la Revolución Islámica en Irak (CSRII).

El segundo punto del plan prevé la creación de un comité de seguimiento para velar por la aplicación de las medidas y órdenes adoptadas.

El tercer punto dispone que el nuevo plan se integre en el programa de reconciliación nacional que lanzó el pasado junio Nuri Al Maliki.

El cuarto punto prevé un conjunto de medidas concretas, que serán examinadas el martes para procurar poner un fin al derramamiento de sangre. “La situación de las milicias y de los grupos armados” que han extendido los crímenes entre confesiones será examinada, según la misma fuente.

La proliferación de las milicias, que circulan con uniformes y armas en vehículos idénticos a los de las fuerzas de seguridad, es una de las cuestiones más delicadas.

   En las últimas 24 horas, 50 cadáveres víctimas de la violencia entre confesiones fueron hallados en Bagdad, la mayoría de ellos con una bala en la cabeza. Entre los cadáveres se encontraban diez cuerpos de los 26 obreros de una fábrica de alimentos secuestrados el domingo en la capital iraquí.

   También el lunes 14 personas fueron secuestradas en Bagdad por hombres armados y en uniforme, que viajaban en vehículos idénticos a los de la policía según fuentes policiales.

   En un comunicado común, el embajador de Estados Unidos en Irak Zalmay Jalilzad y el comandante de la fuerza multinacional en Iral, el general George W. Casey, han “felicitado a Maliki y a otros dirigentes iraquíes por esta importante iniciativa”, al tiempo que les han asegurado el “apoyo” de Estados Unidos.

   “Se trata de un paso importante en la buena dirección, y demuestra que los líderes iraquíes responen a los deseos de su pueblo de restablecer la seguridad”, añadieron ambos responsables estadounidenses, quienes destacaron que “el trabajo duro comienza ahora, para aplicar el plan”.

   El líder del principal bloque parlamentario chiita, Adnan Dulaimi, declaró a la AFP que el plan “podría efectivamente poner fin a la violencia y aportarle estabilidad a Irak”.

   Confirmando que la medida principal prevé la creación de comités en los que participen todos los actores de la sociedad iraquí, Dulaimi, que dirige el Frente para la Concordia Nacional, comentó que “si todos son honestos y cumplen sus compromisos, será positivo para el pueblo iraquí y para poner fin al confesionalismo. Si no, será el fin de Irak”.