Hallan bomba donde estaba presidente Berger

Hallan bomba donde estaba presidente Berger

GUATEMALA (AFP).- Perros de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala detectaron un vehículo con una supuesta carga explosiva en el parqueo de un hotel donde el presidente Oscar Berger pronunciaba un discurso este miércoles, informaron fuentes policiales.

«La unidad canina ya hizo la inspección preliminar con perros detectores y ellos indican positivo, pero vamos a proceder a trasladar el vehículo para una inspección a fondo», dijo a los periodistas el jefe de la Unidad Antiexplosivos de la PNC, subcomisario Fidel Martínez.

Se desconoce si pretendía atentar contra Berger o el si vehículo fue abandonado en el sitio por alguna banda criminal.

El automotor fue localizado «durante una operación de rutina», en el tercer sótano del hotel Gran Tikal Futura, «porque el presidente estaba en el lugar», dictando una conferencia ante empresarios textiles, en el tercer piso del inmueble, añadió el oficial policíaco.

«Consideramos que es un vehículo sospechoso, tiene algunos impactos de bala -cuatro del lado del piloto- y consideramos que podría tener alguna trampa explosiva en el lugar, pero es un supuesto, no hay nada positivo», agregó Martínez.

Explicó que el vehículo sería trasladado en una grúa al servicio de Desactivación de Explosivos de la PNC, para su revisión.

Entre tanto, Berger, consultado por los periodistas al culminar la actividad, respondió con una broma: «Ahh, de verdad, deben tener cohetes (petardos) por el evento importante de hoy».

El hallazgo se produjo mientras en áreas cercanas al hotel se concentraban miles de ex miembros de las paramilitares Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) para iniciar una protesta en el centro capitalino en demanda al gobierno por el pago de una indemnización.

Los ex patrulleros exigen a Berger cumplir su promesa de campaña de pagarles dos cuotas comprometidas que dejó pendientes el ex presidente Alfonso Portillo, quien el año pasado entregó a más de 500.000 hombres el primero de tres desembolsos, por unos 226 dólares.

Portillo prometió el pago como compensación a miles de ex paramilitares, al considerar que el Estado debía remunerar el servicio prestado por los ex PAC, organizados y armados por el ejército, para combatir la base social de la guerrilla, en la guerra interna de 36 años (1960-96).

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